La pandilla de Sánchez

Parte de la “Pandilla de Sánchez” reunida en Consejo de Ministros, hostigando y malgobernando España
Después de siete años de sanchismo, la mayoría de los españoles, decepcionados, derrengados y hasta los huevos de corrupción y abuso, tenemos la sensación de estar siendo gobernados no por personas que defiendan los intereses de España, sino por una “Pandilla de Sánchez”, interesada en mantenerse en el poder y disfrutar del dinero y los privilegios.
Un miembro destacado de esa pandilla que acompaña a Sánchez, el Fiscal General, acaba de ser condenado por el Tribunal Supremo a ser juzgado por sus presuntos delitos, todo una vergüenza y un inmenso símbolo de Estado corrupto.
La Pandilla de Sánchez es una chusma que acompaña en sus injusticias y abusos al líder, al que aplaude y babosea sin ética ni decencia, sin criticarle nunca y empujándole hacia la indignidad.
Es un coro alquilado de corruptos y mercenarios, siempre dispuestos a mentir, a estafar y a denigrar a todo el que plante cara a su miserable forma de gobernar, ya sean jueces independientes, periodistas veraces o simplemente personas honradas.
La “Pandilla” es la gran obra del gobierno de Sánchez, su único éxito en un océano de fracasos y carencias. Los ha creado fieles, fanáticos y parecidos a esclavos robotizados, dotados para gestionar el fracaso y las carencias de un espantoso modelo de liderazgo.
La “Pandilla” de Sánchez”, integrada por personajes de tan baja estofa como Bolaños, Santos Cerdán, Ábalos, Koldo, María Jesús Montero, Oscar López, Oscar Puente y otros predadores y mediocres sin conciencia, tiene como misión prioritaria proteger al líder Sánchez, que es el gran culpable, el número uno”, el más tenebroso y sucio de todos ellos.
La de Sánchez es la pandilla de siempre, la que ha rodeado a los tiranos y dictadores a lo largo de la Historia, la que se burlaba de Casandra en Troya y de Jeremías en Jerusalén, la que condenó a Jesucristo y prefirió liberar al corrupto criminal de Barrabás, la que premia a los malos y castiga a los buenos, la que prefiere gobernar con nacionalistas vascos y catalanes envilecidos y llenos de odio antes que con españoles decentes y llenos de amor por su patria, la que compra periodistas para que mientan y jueces para que prevariquen, la que reparte el dinero como los piratas del Caribe y la que destroza todo lo que huele a decencia en su entorno.
El sanchismo, de tanto acumular bajeza, se ha convertido en un fantasma adicto al fracaso, la corrupción y la traición. La pandilla está infectada de putas, cocainómanos, sinvergüenzas y gente corrompida que se ha unido al coro podrido de aduladores de Sánchez a cambio de promociones y dinero.
Pocos conservan en la España de Sánchez la ilusión y la esperanza. Todos vivimos rodeados de indignación, miedo y asco. La pandilla de Sánchez rebuzna, da coces y asesina el presente y el futuro.
La “Pandilla” ha llenado España de desconfianza y recelo, hacia los políticos, los medios oficiales, los periodistas comprados, los comunicados oficiales, las versiones del poder, los generales, los diplomáticos, los altos cargos y cualquiera que ocupe altos cargos en instituciones y espacios prostituidos por el sanchismo o que respire cerca del capo Sánchez, cuya familia y colaboradores más cercanos ya han sido “cazados” por la Justicia y están con un pie en la cárcel.
España, agobiada por el sanchismo dictador y enfermo, pudo haberse librado de ese cáncer mortal gracias a la rebeldía, pero en lugar de luchar contra el aspirante a tirano que llegó al poder haciendo trampas, se entregó como un cordero al verdugo.
Hoy hay ciertos amagos de rebelión, pero ya es demasiado tarde porque el verdugo se ha puesto una coraza y se ha rodeado de policías, militares y esclavos corrompidos.
Desde el llanto y el fracaso y envueltos en negros nubarrones, los españoles estamos pagando nuestra cobardía, dominados por una “pandilla” siniestra y malvada, la “Pandilla de Sánchez”.
Voto en blanco












No es una pandilla. Es una organización criminal. Putas, coca, mafia de hidrocarburos. Una organización criminal valedora de regímenes criminales. El dinero de los pobres venezolanos se ha traído a España para financiar el SOEZ. Son unos criminales
Reunión de consumidores de drogas y gerentes de prostíbulos, y profesores de corrupción.