La incoherencia de la izquierda radical con Palestina: ¿Cómo defender el feminismo y al mismo tiempo a un movimiento que limita la libertad de las mujeres y persigue a los homosexuales?
AD.- Si hay un lugar donde la hipocresía de la izquierda radical se muestra en todo su esplendor, es Palestina. Ese territorio se ha convertido en un símbolo cómodo, un estandarte de lucha contra el “imperialismo” que se adapta a cualquier narrativa occidental progresista. Pero detrás de los hashtags y los pancartas, la realidad palestina es mucho más compleja, y la izquierda radical lo ignora deliberadamente.
Palestina, la bandera, no la gente
Para muchos militantes de izquierda, Palestina no es un pueblo con vidas, opiniones y contradicciones; es un icono moral que sirve para proyectar su propio heroísmo ideológico. Feminismo, derechos LGTBI+, democracia, libertad de expresión: todos estos valores se suspenden cuando se trata de Hamás o de la Autoridad Nacional Palestina. En nombre de la “resistencia”, se aplaude a regímenes que reprimen, censuran y persiguen a cualquiera que no encaje en su visión teocrática. La incoherencia es flagrante.
La indulgencia selectiva que daña
Nada les importa a estos militantes cuando Hamás encarcela o ejecuta a palestinos que critican su gobierno. Pero si Israel actúa de manera cuestionable, ahí están, listos para condenar con pasión moral. Es la clásica doble vara de medir: una realidad compleja se reduce a un maniqueísmo extremo, y la izquierda radical se refugia en la narrativa de “opresor vs. oprimido” sin matices.
Idealización de lo incompatible
¿Cómo se puede defender el feminismo y al mismo tiempo a un movimiento que limita la libertad de las mujeres y persigue a los homosexuales? La izquierda radical occidental no se plantea la pregunta. Prefiere transformar la realidad en un cuento de buenos y malos, ignorando las contradicciones culturales y políticas de los actores palestinos.
Silencio frente a las víctimas incómodas
Cristianos, liberales, homosexuales, mujeres: cuando son palestinos, sus sufrimientos desaparecen del radar de la izquierda radical. Solo importan las víctimas de Israel; las víctimas palestinas de otros palestinos son invisibles. Es una estrategia conveniente: sacrificar la complejidad en nombre de un discurso ideológico.
La izquierda radical ha convertido la causa palestina en un instrumento de propaganda. Su coherencia se desvanece, sus principios se doblegan, y la verdadera solidaridad con los palestinos se pierde. Apoyar Palestina no significa cerrar los ojos ante la opresión interna ni justificar ideologías contrarias a los valores progresistas que supuestamente se defienden.
La izquierda radical debe decidir: ¿defiende los principios o solo usa Palestina como un símbolo? Porque mientras persista la hipocresía y la indulgencia selectiva, su “solidaridad” no es más que teatro político. La verdadera coherencia exige enfrentar todas las injusticias, incluso cuando las víctimas están del “lado correcto” de la narrativa occidental.












Incluso hay más, AD. El cuestionamiento y asalto a la Autoridad Palestina por parte de Hamas – la real y única autoridad Palestina, pues Hamas es sólo un partido político que controla la región de Gaza -, cuyo presidente Abbas, pidió a Hamas desarmarse y devolver los secuestrados israelitas. Leer aquí: https://www.europapress.es/internacional/noticia-abbas-dice-hamas-debe-desarmarse-aboga-despliegue-tropas-internacionales-gaza-20250610140016.html “El Estado de Palestina está preparado para asumir las responsabilidades de gobernanza y seguridad en la Franja de Gaza, con apoyo árabe e internacional”, ha señalado Abbas en una carta enviada a Francia y Arabia Saudí en la que sostiene que “Hamás no puede seguir gobernando en Gaza… Leer más »