El vía crucis ferroviario y la incompetencia del ministro Óscar Puente: Retrasos y cancelaciones en los trenes de alta velocidad con origen o destino Madrid por un fallo informático
Viajar en tren en España se ha convertido en un ejercicio de paciencia, resignación y enfado. Los retrasos se acumulan, las averías se multiplican, la falta de información es desesperante y, lo peor de todo, no hay un horizonte claro de mejora. En el centro de este caos se encuentra el ministro de Transportes, Óscar Puente, cuya gestión se ha demostrado errática, improvisada e incapaz de ofrecer soluciones reales a los problemas de los usuarios.
Lo que debería ser un servicio público fiable se ha convertido en una ruleta rusa diaria. Cientos de trenes llegan tarde, dejando a trabajadores sin poder fichar a su hora, estudiantes perdiendo clases y familias atrapadas en estaciones sin explicaciones. Los usuarios pagan billetes caros para recibir un servicio indigno de un país europeo en pleno siglo XXI.
Un ministro más preocupado por el espectáculo que por el servicio
Óscar Puente ha demostrado que domina la polémica y el ruido mediático mucho más que la gestión. Mientras los pasajeros sufren a diario, el ministro se dedica a declaraciones grandilocuentes y enfrentamientos políticos, en lugar de asumir su responsabilidad y trabajar en planes serios para modernizar y garantizar la fiabilidad de la red ferroviaria. El cargo exige soluciones, no titulares.
La realidad es clara: durante su mandato no se ha afrontado con rigor la modernización de infraestructuras, ni la mejora de la coordinación entre Renfe y Adif. La red sigue mostrando carencias técnicas, falta de personal en estaciones, trenes obsoletos y sistemas de señalización que fallan con una frecuencia alarmante. Todo esto se traduce en retrasos crónicos que castigan siempre al usuario final.
Cada retraso sin explicación, cada día perdido en el andén, cada vez que el tren no cumple su función, es un recordatorio de que el Ministerio de Transportes no está a la altura. La paciencia de los ciudadanos tiene un límite, y la incompetencia de Óscar Puente ya ha sobrepasado ese umbral.
España necesita un sistema ferroviario moderno, fiable y respetuoso con los usuarios. Lo que tiene, en cambio, es un servicio deteriorado y un ministro incapaz de afrontarlo con seriedad. El tren se ha convertido en el símbolo de una gestión descarrilada. Mientras los ciudadanos esperan en los andenes, Óscar Puente sigue demostrando que su ministerio va a la deriva.
Retrasos y cancelaciones en los trenes de alta velocidad con origen o destino Madrid
Los trenes de alta velocidad con origen o destino Madrid se han visto afectados con paradas y retrasos por una caída de los servidores informáticos de Adif, tal y como ha indicado este jueves el administrador de la infraestructura ferroviaria en redes sociales.
Debido a esta caída de los servidores, la información de llegadas y salidas de las dos principales estaciones madrileñas (Atocha y Chamartín) no está disponible.
No obstante, la compañía ha apuntado que los equipos informáticos de respaldo han funcionado correctamente y ya se está recuperando gradualmente la circulación.
Por una caída de los servidores informáticos de Adif, trenes de alta velocidad con origen y/o destino Madrid se han visto afectados con paradas y retrasos.
Esta incidencia se produce el mismo día que el ministro de Transportes, Óscar Puente, comparece a petición propia en el Congreso para aclarar cuál es la situación del sistema ferroviario y explicar las causas de las interrupciones y retrasos en la red.
En la misma, el ministro ha subrayado la antigüedad del material, poniendo como ejemplo que en España no se estrenaba un tren de Cercanías desde el año 2008 o uno de alta velocidad o larga distancia desde el año 2010.
También ha recordado que, aunque el modelo Avril ha ido mejorando sus prestaciones, se han detectado algunos problemas en los modelos Avlo Madrid-Barcelona que han obligado a retirarlos.
“Nadie puede poner en duda la voluntad de este Gobierno para mejorar el material móvil”, ha apuntado el ministro, que se ha referido a la compra de 475 nuevos trenes por importe de 5.200 millones de euros.












Nota del adninistrador: ¿Tan difícil es que aceptes que aquí no te queremos? Dignidad, perro, dignidad.