Un ‘hooligan’ en las plazas de toros
La cuadrilla del Búcaro.- Hay caras que no se olvidan, y menos cuando me pasan tan cerca como las de este sujeto saltando hasta el palco de presidencia para insultar y amenazar al presidente del festejo en Pamplona el pasado 5 de julio.
No le había bastado al fenómeno seguir las dos actuaciones de su torero agarrado a una columna de grada amenizando el graderío con sus gritos, culminando su espectáculo saltando hasta el palco porque el presidente le había anulado una oreja a su equipo. Eso es amor a los colores y lo demás cuento chino. En el equipo de mi pueblo nos harían falta cinco o seis salvajes como este para dar ambiente y asustar a los árbitros. No había visto una cosa igual en mis años de cliente de ruedos de España y Francia.
Y ahora me lo encuentro en esta foto de Tarazona, como olvidarlo, sacando a hombros a su torero con desbordado entusiasmo de hooligan triunfante.
Este tipo de personajes no pueden pisar una plaza de toros, imprevisibles sujetos con reacciones sin control, capaces de vaya usted a saber por fanatismo taurino.
La cosa en Pamplona no paso a mayores, aunque creo que la Policía Foral denunció la acción, pero nadie me quita la duda de lo que podía haber pasado. Un tonto quemó un pueblo dice el refrán. No queremos que los toros se parezcan al fútbol, por favor, y cualquier banda de indocumentados campen a sus anchas por nuestras gradas. Claro que me acuerdo de esa cara, como para olvidarla. No quiero volver a verla, al menos cerca. Yo no vi penalti.











