La independencia judicial está siendo atacada de manera descarada. Lo que debería ser un contrapeso al poder se ha convertido en el objetivo de un gobierno obsesionado con dominar los tribunales y someter a los jueces. No hablamos de un simple debate institucional: hablamos de una ofensiva política contra el Estado de derecho.

El mensaje es claro y peligroso: “Si no controlamos a los jueces, los deslegitimamos. Si podemos controlarlos, los utilizamos”. Este modo de actuar no es propio de una democracia madura, sino de un poder que no tolera límites. Y cuando el poder no tolera límites, la libertad ciudadana queda en entredicho.

España se acerca a un terreno resbaladizo. Lo que ya hemos visto en Hungría y Polonia, donde el poder político ha convertido a los jueces en marionetas, puede repetirse aquí si la sociedad no reacciona. Y cuando se pierde la independencia judicial, recuperarla es casi imposible.

Aceptar este control sería rendirse. Sería admitir que el gobierno puede manipular la balanza de la justicia según sus intereses. Sería resignarse a vivir en un país donde el poder dicta la ley en lugar de obedecerla.

Por eso, frente a esta injerencia, la respuesta no puede ser tibia: defender la independencia judicial es defender la democracia misma. Si dejamos que el ejecutivo colonice los tribunales, estaremos abriendo la puerta a un futuro en el que los jueces ya no serán guardianes de la ley, sino ejecutores de la voluntad del poder. Y ese futuro no puede permitirse.

Jueces acusan a Sánchez de faltar al respeto al Poder Judicial: “Nosotros aplicamos la ley”

La Asociación Profesional de la Magistratura (APM), la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV) y Foro Judicial Independiente (FJI) han criticado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por afirmar que “hay jueces haciendo política”, unas declaraciones que consideran de gravedad y una falta de respeto a los tribunales.

De esa forma han reaccionado después de que el jefe del Ejecutivo asegurara este lunes que cree que “hay jueces haciendo política”, “afortunadamente” la minoría, y “políticos que tratan de hacer justicia”.

La presidenta de la mayoritaria APM, María Jesús del Barco, ha recriminado que Sánchez “desconoce el respeto al Poder Judicial y los principios básicos de un Estado de Derecho”.

“Posiblemente exprese así su desesperación porque su círculo más cercano está asediado presuntamente por la corrupción: su hermano, su esposa, su mano derecha en el partido, su otra mano derecha en el partido… Le cuesta entender que los jueces aplicamos la ley también cuando el presunto delincuente es de la familia del presidente del Gobierno. Es lo normal en una democracia”, ha señalado.

En 120 Minutos hemos hablado con Alejandro Mariscal de Gante, magistrado y portavoz de la APM, que afirma que a los jueces se les pretende “atribuir un discurso político del que son ajenos”.

“Parece que es interesante usarnos como arma arrojadiza política y una muestra de que eso no es así es que dependiendo de lo que se dicte en cada momento, los jueces somos buenos o malos,” ha añadido Mariscal de Gante.