El marroquí detenido por la violación a una niña en Hortaleza contaba con antecedentes por una agresión sexual en el País Vasco y por múltiples robos y agresiones
La noche del viernes al sábado, el barrio madrileño de Hortaleza volvió a ser escenario de un suceso que ha conmocionado a la opinión pública. Un inmigrante marroquí agredió sexualmente a una niña española de 14 años en el parque Isabel Clara Eugenia, a escasos metros del centro de primera acogida de menas, uno de los más conflictivos de España.
Según cuenta La Gaceta, fuentes policiales afirman que el detenido, que afirma tener 17 años, es un individuo multirreincidente con un historial delictivo que incluye robos con violencia, agresiones, autolesiones y un elevado consumo de sustancias estupefacientes. Además, está pendiente de una prueba de determinación de edad, ya que las mismas fuentes sospechan que podría superar los 20 años.
El agresor, que llegó al centro de Hortaleza hace apenas tres meses, no es un desconocido para las autoridades. Su expediente delictivo se extiende más allá de Madrid, con antecedentes en el País Vasco, donde protagonizó otra agresión sexual, además de múltiples actos delictivos. A pesar de este historial, el sistema lo considera menor de edad, lo que ha resultado en una condena de tres meses de internamiento cerrado en el centro de Teresa de Calcuta en Brea del Tajo (Madrid).
El centro de Hortaleza, gestionado por la Comunidad de Madrid, lleva años en el ojo del huracán. Vecinos y asociaciones como ‘Hortaleza se defiende’ han denunciado reiteradamente la inseguridad generada por algunos de sus internos, especialmente de origen magrebí. La saturación del centro, la convivencia de menores con perfiles muy dispares y la falta de protocolos determinantes han convertido el entorno en una «olla a presión».
Fuentes policiales destacan que el detenido era conocido en el centro por su agresividad. La duda sobre su edad real añade un elemento más de controversia, si las pruebas confirman que supera los 18 años su condena podría endurecerse, pero el daño ya está hecho.
Ante la agresión, que pone de manifiesto otra vez los fallos de un sistema que parece incapaz de garantizar la seguridad de los españoles mientras acoge a menores —la gran mayoría magrebíes— con perfiles delictivos, la portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, Isabel Pérez Moñino, ha exigido el cierre de los centros de acogida y el cese de los contratos millonarios con ONG que gestionan estos centros.
En la madrugada de este unes se ha registrado una nueva agresión sexual en Alcalá de Henares, municipio de 200.000 habitantes. La Policía Nacional ha detenido a un hombre peruano de 46 años, acusado de violar a una joven española de 18 años en el parque de Sementales.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 03:30 horas, cuando la joven regresaba a casa. El agresor, en estado ebrio, la abordó, la forzó y la violó en dos ocasiones.
La víctima consiguió llamar a sus amigas para contarles lo ocurrido. Ellas alertaron de inmediato a la Policía Nacional, que acudió al lugar y recogió la descripción del agresor, lo que permitió su detención inmediata. El hombre reconoció los hechos tras ser arrestado y fue trasladado a comisaría.
La joven recibió asistencia médica de una ambulancia del Summa y fue trasladada al Hospital de Alcalá. Ayer al mediodía acudió a comisaría para ratificar la denuncia.
Este caso se suma a otro ocurrido el pasado 28 de junio, cuando una joven de 21 años fue violada en un camino de tierra próximo al acuartelamiento Primo de Rivera, donde se encuentra el Centro de Emergencia, Acogida y Derivación (CAED) de Alcalá. En esa ocasión, el agresor fue un hombre de Mali de la misma edad que la víctima, acogido en el propio centro. El juez decretó su ingreso en prisión provisional tras ser detenido días después.
Los datos del Ministerio del Interior reflejan un preocupante repunte de la criminalidad sexual en la ciudad complutense. En el primer semestre del año, los delitos contra la libertad sexual crecieron un 58,6%, pasando de 29 a 46 casos en comparación con el mismo periodo de 2024. Aunque las agresiones sexuales con penetración descendieron un 33% (de nueve a seis), el resto de delitos de este tipo se duplicaron, aumentando de 20 a 40.
En términos generales, la criminalidad en Alcalá bajó un 1,1%. Sin embargo, crecieron un 50% las lesiones y riñas tumultuarias, mientras que los robos con fuerza en domicilios descendieron un 18,5% y los delitos de tráfico de drogas cayeron un 29%.












Licenciado en derecho.