El polito de Prada de Almodóvar
Jorge Sanz Casillas.- Ha salido Pedro Almodóvar con un vídeo pidiéndole a Pedro Sánchez que rompa relaciones «diplomáticas, comerciales y de todo tipo» con Israel «en repulsa por el genocidio» del pueblo gazatí. Y lo ha hecho con rostro doliente, visiblemente afectado, pero vestido con un polo de Prada azul que, según las malas lenguas, no bajaría de los 600 euros incluso con pelotillas.
Huelga decir que me tiene sin cuidado cómo vista Pedro Almodóvar. Que puede grabarse pidiendo por el hambre en el mundo con el batín de Hugh Hefner si le apetece, pero ahora que (espero) tener tu atención, sirva esta excentricidad para denunciar la hipocresía profunda que nos rodea. Una hipocresía que nace casi siempre desde la izquierda política, que es cinturón negro en hacer todo lo contrario de aquello con lo que nos sermonea.
Empezando por nuestro presidente del Gobierno, que se abotona su camisa verde de las desgracias para decirnos que los incendios son consecuencia de la «emergencia climática». Alguien tendrá que decirle que, desde que empezaron los fuegos, llevamos casi 50 detenidos y ninguno responde al nombre de «Cambio Climático». Pero llegará septiembre y seguirá con esa tesis falaz. Si de verdad te preocupa el planeta, querido Pedro, empieza por ti, que cogiste el Falcon para volar de Coruña a Santiago para un trayecto que se tarda media hora en tren.
En una línea muy parecida están Ione Belarra e Irene Montero, las Azúcar Moreno de la izquierda radical. Solo en el último mes las hemos visto disfrutando de la isla de Menorca, paraíso del mainstream pudiente, para el que exigen tasas turísticas y todo tipo de medidas para contener la llegada de viajeros (como ellas). A mayores, Irene ha subido una foto de lo que intuimos que son sus tres hijos: los gemelos Leo y Manuel y la pequeña Aitana. Qué alegría ver a los niños con ropa azul y a la nena con un lazo rosa en el pelo, a pesar de que su madre defiende toda clase de ocurrencias para que los niñes sean adoctrinados en la ambigüedad. 124.000 euros al año (más dietas) tienen la culpa.
Valgan estos dos ejemplos para recordar cómo la izquierda quiere para ti lo que ellos nunca aceptarían. Porque legislan contra los vuelos cortos, pero no se privan del Falcon ni para los mítines. Te recomiendan ir en tren al mismo tiempo que colocan a Koldo como consejero de Renfe. Y te culpan del calentamiento global por tener el mismo coche en el garaje desde hace 15 años. Esa es la verdad, y toda ella gira en torno al decrecimiento, que no es otra cosa que pedirte que vivas con menos mientras ellos hacen (desde la cosa pública) la fortuna que nunca harían desde la cosa privada.











