Open Arms desafía al Ejército del Aire y se despliega en Canarias en plena avalancha migratoria desde Mauritania y Senegal
LGI.- El buque Open Arms, propiedad de la ONG del mismo nombre y acostumbrado a operar en el Mediterráneo, navega rumbo a Canarias en uno de los momentos más críticos del año para la ruta atlántica, según informa Vozpópuli. La embarcación, un antiguo remolcador de Salvamento Marítimo donado por el Grupo Ibaizabal, pretende situarse en aguas del sur de las islas justo cuando la temporada de calma anticiclónica facilita la salida masiva de cayucos desde Mauritania y Senegal.
Su despliegue no responde a ninguna petición oficial. Es, de hecho, un pulso al Ejército del Aire y del Espacio, que vigila el archipiélago con su Servicio Aéreo de Rescate. La ONG llega por iniciativa propia y en un contexto en el que la presión inmigratoria amenaza con desbordar de nuevo a Canarias.
Mientras el barco de Open Arms se prepara para intervenir en aguas españolas, Mauritania intensifica su papel de muro de contención. Entre enero y agosto de este año, su Gendarmería Nacional ha interceptado a más de 6.000 personas que intentaban embarcar hacia Canarias.
La última operación, en la región de Nouakchott-Oeste, frustró la salida de 63 inmigrantes —11 asiáticos y 52 subsaharianos, tres de ellos menores— y permitió desarticular dos redes de tráfico con conexiones internacionales.
Pero el fenómeno se multiplica. Según asociaciones guineanas en España, las mafias han comenzado a organizar convoyes de cayucos: viajes coordinados de varias embarcaciones que parten juntas hacia las islas. Un ejemplo dramático se registró hace unos días, cuando 171 guineanos (49 mujeres y varios menores) quedaron atrapados en la frontera entre Mauritania y Senegal tras 12 días de navegación fallida en condiciones extremas, sin agua ni comida.
La llegada de Open Arms coincide con los meses en que más salidas se esperan desde África Occidental. Las autoridades comunitarias reconocen que Mauritania está al límite de su capacidad, con operaciones casi semanales en Nouakchott y Nouadhibou. A pesar del refuerzo europeo —financiación para control fronterizo y material logístico—, las mafias adaptan sus rutas y aprovechan cualquier resquicio.
Para Canarias, la ecuación es letal: el CETI roza la saturación, el flujo de menas no se detiene. El desembarco de Open Arms en Canarias no es sólo operativo, es simbólico: una ONG cuestionada por su colaboración objetiva con las mafias se instala en la principal frontera migratoria de España. El mensaje es claro: mientras Europa paga a Mauritania para interceptar cayucos, mientras el Ejército del Aire patrulla las aguas, las organizaciones pro-inmigración quieren incluso desafiar a las fuerzas armadas soberanas.












Los accidentes existen, una falsa maniobra un misil que sale disparo por inadvertencia y o impacta en el Open Arms, mala suerte error técnico. Por suerte no hubo victimas, solo el capitán esta desaparecido.