La entrega pactada de Ceuta y Melilla: un escenario de ficción política (o no)
En un futuro no tan lejano, Europa se enfrenta a una encrucijada marcada por crisis energéticas, migratorias y de seguridad. En ese contexto, España y Marruecos, tras décadas de tensiones diplomáticas y gestos de acercamiento, alcanzan un acuerdo histórico: la entrega pactada de Ceuta y Melilla.
El contexto previo
La presión migratoria creciente en la frontera sur de Europa, unida a la dependencia energética del Magreb y a los cambios en la OTAN tras un giro en las prioridades estratégicas hacia Asia, reconfiguran el valor geopolítico de las dos ciudades autónomas. España, en busca de estabilidad y de un aliado clave para contener flujos migratorios y garantizar el suministro de gas, abre la puerta a una negociación antaño impensable.
El pacto
El acuerdo se presenta como una “solución de soberanía compartida y transferencia progresiva”:
Durante una década, Ceuta y Melilla conservan una autonomía especial bajo administración conjunta.
Marruecos obtiene el reconocimiento pleno de soberanía al final del periodo, mientras España asegura derechos adquiridos para sus ciudadanos y garantías para la población local.
La Unión Europea financia un plan de desarrollo económico para ambas ciudades, que pasan a ser presentadas como un “puente euro-marroquí”.
Reacciones internas y externas
En España, la noticia divide profundamente a la sociedad. Para algunos, la entrega simboliza una pérdida irreparable de identidad histórica; para otros, representa un gesto pragmático que asegura paz en la frontera sur y abre nuevas oportunidades económicas. En Marruecos, el acuerdo es celebrado como una victoria nacional, comparable a la recuperación de otros territorios históricos.
A nivel internacional, la operación es vista con interés: la Unión Europea la interpreta como una descolonización tardía; Estados Unidos respalda la estabilidad estratégica en el Estrecho; Argelia, sin embargo, observa con suspicacia el fortalecimiento regional de su rival marroquí.
Las consecuencias
El día de la transferencia definitiva, las calles de Ceuta y Melilla son escenario de contrastes: celebraciones, despedidas, banderas que bajan y otras que suben. La memoria compartida entre España y Marruecos queda marcada por cicatrices emocionales, pero también por la posibilidad de un nuevo marco de cooperación.
El ensayo de soberanía compartida, si tiene éxito, podría inspirar otras fórmulas en conflictos territoriales enquistados en el mundo. Si fracasa, quedará en la historia como una cesión controvertida, reflejo de las tensiones de un tiempo en el que las fronteras se reconfiguraban bajo la presión de la globalización.












España hace mas de 25 años que dejó de ser una nación soberana, no controla su política económica que depende por completo de un organismo de corte totalitario como es la u.e, no controla sus fronteras terrestres, aereas o maritimas abiertas de par en par a toda africa y américa, no dispone de moneda propia que gestiona el banco central europeo ni de fuerzas armadas que se han convertido en un apéndice de la otan. Cualquier estado de los Estados Unidos tiene hoy mas poder de decisión que las “naciones” de Europa. Un protectorado no decide como se configura su… Leer más »
Incluso puede que en un campo de golf.
O en puticlub, esta gentuza es así.
No te equivocas. España dejó de ser soberana el 30 de mayo de 1982 cuando en ese día tan aciago y nefasto España ingresó en la OTAN. AHÍ SE ACABÓ NUESTRA INDEPENDENCIA Y SOBERANÍA.
En realidad, muchos, pero que mchos más años.Algo así como trescientos.
Un carajo. Se va luchar por esas dos ciudades andaluzas y españolas.
Con un bocadillo de calamares y una cervecita en la mano. Veo la bandera de Marruecos ondeando en Granada. Para empezar…
Los españoles se han convertido en una mierda y como tal se irán por el retrete. No debe de haber un rebaño tan ruin e inútil en la faz de la tierra.
A mí también. Un pueblo que no respeta ni su propia lengua no dura mucho.
D. Arturo con una chuleta ibérica + verduritas – ya entre pecho y espalda – y una maceta de medio litro de tinto verano, le digo que bandera marroquí en Granada no la va a ver jamás. Jamás de los jamases. Ni en Ceuta ni Melilla. Jamás !. El pueblo español ha pasado muchas vicisitudes históricas, algunas mucho peores que estas. El espíritu de lucha español no se derrumba, más bien como dijo muy bien y graciosamente D. Laureano Benítez en un artículo suyo aquí, a veces “se hace el muerto”. Eso también es verdad. Estuve esperando a Henry Parot… Leer más »
El perro Sánchez tiene preparado un golpe de estado con el apoyo marroquí, a cambio de cederles Ceuta, Melilla y las Canarias.
Nota del administrador: Literalmente, váyase a la mierda y abandone este foro. Su giro bilduetarra nos execra.