Las maletas de Delcy: anatomía de un escándalo en Barajas

Sanchez besa a la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez, la que trajo a España cuarenta maletas cuyo contenido sigue sin conocerse.
La madrugada del 20 de enero de 2020, un avión procedente de Caracas aterrizó en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. A bordo viajaba Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela y persona sancionada por la Unión Europea desde 2018. La normativa comunitaria le prohibía entrar en territorio Schengen. Sin embargo, Rodríguez permaneció varias horas en la terminal ejecutiva del aeropuerto, acompañada de al menos cuarenta maletas.
La llegada inesperada
Según reveló Vozpópuli y confirmaron después medios como El País y El Mundo, el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, se desplazó de madrugada hasta Barajas. Primero negó cualquier encuentro, luego admitió un “saludo casual” y finalmente reconoció una reunión de más de una hora en una sala de la terminal. Las versiones oficiales cambiaron hasta cinco veces en pocos días.
El misterio de las maletas
La pregunta central sigue sin respuesta: ¿qué contenían las maletas de Delcy? Diversas informaciones, nunca confirmadas, apuntaron a documentos sensibles, dinero en efectivo o incluso lingotes de oro. El Gobierno español defendió que el equipaje no fue inspeccionado por tratarse de “equipaje diplomático”, aunque esa protección no está claramente definida en el caso de una persona sancionada. La Guardia Civil que prestaba servicio aquella noche declaró en sede judicial que no tuvo acceso a las maletas.
Impacto político y judicial
El episodio, bautizado como Delcygate, se convirtió en una tormenta política. La oposición acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de vulnerar las sanciones europeas y de encubrir un trato de favor al régimen de Nicolás Maduro. En 2021, la dimisión de Ábalos como ministro y secretario de Organización del PSOE estuvo vinculada, entre otras razones, a la gestión del caso.
A nivel judicial, varias denuncias fueron archivadas por falta de pruebas sobre la entrada ilegal de Rodríguez en territorio Schengen. No obstante, la opacidad alimentó la sospecha pública.
Entre Bruselas y Caracas
El caso tensó la posición de España en la Unión Europea. Bruselas exigía firmeza frente al régimen venezolano, mientras que Madrid defendía la necesidad de mantener abiertos los canales de diálogo. Las maletas de Delcy se convirtieron en símbolo de esa ambigüedad diplomática: entre la lealtad a las sanciones comunitarias y los intereses estratégicos en América Latina.
Epílogo de un silencio
Tres años después, el contenido de las maletas sigue siendo un secreto de Estado. Nadie ha podido confirmar qué trasladaba la vicepresidenta venezolana en aquella visita clandestina. Lo único claro es que el episodio dañó la credibilidad del Gobierno español y dejó una lección incómoda: cuando se oculta información en democracia, la especulación se convierte en verdad política.












1ª: Los tontos e ineptos le dejaron pasar al Mentiroso lo del “doctorado”.
2ª: Los tontos e ineptos le dejaron pasar al Mentiroso “las matetas”.
Y a la 3ª va la vencida: Los tontos e ineptos demuestran, que ni valen para oposición y ni valen para el gobernar.
Y en cuanto a resolver todo con unas elecciones…: ¿Quién mete y saca de la saca de los votos?. ¿Quién abre los votos por correo?. ¿Quién ha nacionalizado a todos los antepasados del Frente Popular, maquis y extranjeros que vinieron a matar españoles?. En definitiva: ¿Quién cuenta el cuento del resultado final de los votos?. En la Guerra Civil de octubre de 1.934 a abril de 1.939 un Bando luchó por Dios y por España, ahora solo queda luchar por la familia, pero ni eso, y mucho menos luchar por una España que no comienza a amanecer sino a desaparecer… Leer más »