La gran estafa del “progreso” prostituido
Para Pedro Sánchez, el progreso es otra de sus mentiras. Es como darle al canibal un cuchillo y tenedor para que siga comiendo carne humana.
El sanchismo es al progreso lo que el león a su presa. Lo destroza siempre, después de degradarlo y prostituirlo.
No puede llamarse “progresista” quien tiene como aliados de gobierno a herederos del terrorismo asesino, a golpistas catalanes y a comunistas con pasado lleno de sangre, ni tiene nada de progresista mentir, asaltar la Justicia y rodearse de corruptos que tienen un pie en la cárcel.
Llamar progreso” a la basura de Sánchez es un atentado contra la dignidad humana y la calidad ética y democrática.
Progreso es unir en lugar de separar, limpieza en lugar de corrupción, decencia en lugar de indecencia, honor en lugar de traición, amor en lugar de odio y, sobre todo, verdad en lugar de mentira y estafa.
La pandilla corrupta de Sánchez no tiene nada que ver con el verdadero progreso, sino con la suciedad y la corrupción.
Pero lo peor de todo es que la contracultura sucia del sanchismo parece haber prendido en millones de españoles, justo aquellos que siguen votando a un Sánchez que tiene sepultados en la corrupción a su propia familia y a sus principales colaboradores del partido.
La utilización que hace el sanchismo del concepto “progreso” barre con lo ideales y las ilusiones y crea generaciones enteras engañadas, con incapacidad para ser adultos.
El falso progresismo es algo tan inicuo que marcará y prostituirá la política española por muchas décadas.
Regenerar España siempre fue difícil, pero después del canalla y falso “progresismo” sanchista, el que emplea más dinero en comprar votos y esconder la verdad que en arreglar carreteras y mejorar los transportes, la sanidad y la salud, será una tarea de titanes, casi imposible.












España está sentenciada
Progresa hacia el mal.
La clase política que padecemos está totalmente corrupta
Y está traicionando a su pueblo, por orden de élites globalistas que la tienen apresada para destruir su cultura, su religión, sus costumbres y forma de vida.
Nada, ni nadie lo detiene.
España es su presa y han puesto en sus órganos directivos e institucionales a los más traidores a cambio de cuatro monedas de plata y un puesto rimbombante.
Son los judas de nuestro tiempo.
! Que Dios nos ampare !.