Jesús Cintora, presentador de Malas Lenguas, y Javier Ruiz, presentador de Mañaneros 360

Quisieron una licencia de televisión en el grupo PRISA para montar Tele Sánchez, y sus dirigentes le dieron con la puerta en las narices al mentor de la idea, José Miguel Contreras, que era el asesor y hacedor de todo lo que se cuece en los medios de comunicación controlados por la Moncloa. El presidente de PRISA comenzó a «limpiar» a los jefazos del grupo para desmarcarse del control sanchista.

Sólo han transcurrido unos meses y la realidad es que ya no es necesario montar ‘Tele Sánchez’. La voltereta que ha pegado la programación de La 1 de TVE en sus contenidos ha confirmado una realidad: que en la televisión pública huele a podrido.

Ni el Comité de Informativos de TVE logra que se separe la opinión de la información, ni que sus cientos de redactores participen en esos extraños calificativos que utilizan los directivos para mantener que lo que hacen Cintora, Javier Ruiz o Intxaurrondo no son informativos, sino que son programas de actualidad, unas veces político, otras de sucesos y otras de una tendenciosa opinión en las mesas de debate, sesgada siempre para machacar a los rivales del Gobierno.

La realidad es que han convertido La 1 de TVE en un gran contenedor de noticias favorables al Gobierno contra los rivales políticos. Son 12 horas diarias de permanente ataque a sus enemigos favoritos. Por orden de tiempo en antena son: Isabel Díaz Ayuso y su pareja; Feijóo, el Partido Popular y el presidente valenciano, Francisco Mazón (PP), desde la dana; el juez Peinado que ha imputado a los familiares de Sánchez; el resto de los presidentes de comunidades autónomas gobernadas por el PP: Mañueco, Azcón, Juan Manuel Rodríguez, Marga Prohens, Fernando López Miras, María Guardiola y Alfonso Rueda. Además de cualquier asunto, por mínimo que sea, que pueda perjudicar al Partido Popular, VOX o, incluso, a Podemos si se tuercen sus intervenciones contra las decisiones del Gobierno.

Todos los amagos de programas de entretenimiento que han lanzado parecen cortinas de humo para llegar a su interés real: convertir La 1 en un contenedor de propaganda política oficial. La Familia de la Tele fue un amago para entretener un par de meses; ahora están con el concurso La Pirámide dando sus últimos estertores; Aquí la Tierra ya no se sabe el horario, si es de aquí o acabará… para allá. Dos series aguantan la tarde de La 1: La Promesa y Valle Salvaje, y sus continuos cambios de ubicación acabarán con ellas (es lo único que le queda a la tercera edad para ver en La 1).

Si el access prime time lo rellenan con el programa Viaje al centro de la tele, el programa de adopción de perros presentado por Chenoa (Dog House), el regreso de Broncano con La Revuelta y los deportes a golpe de talonario, todo el resto del día son «informativos». Doce horas. Así va la propaganda política de La 1: a las 06:00 horas comienza el Telediario Matinal, y como presentadores ya asignados para la nueva temporada, Álex Barreiro y Lorena Baeza. Casi dos horas de contenido, al estilo Telediario, con contenidos similares al resto de informativos, pero sin un tratamiento. Aunque con las noticias «seleccionadas» convenientemente… Siendo menos extremista que la aplican los hooligans de la información que ocupan el resto del día.

A las 8:30 horas comienza La Hora de La 1. Presentado por Silvia Intxaurrondo, que ha logrado quedarse sola ante la pantalla, enviando a Marc Sala al fin de semana. Son los maitines de la información oficial. En este espacio se descubre lo que ese día interesa al Gobierno: pasar de soslayo por las nuevas informaciones que aparezcan de los familiares de Sánchez, de sus exsecretarios de organización… Y destacar noticias que puedan dañar a la oposición, acompañadas por tertulianos que completan el coro oficial.

El primer contenedor abrasivo, tendencioso e impropio de la televisión pública coge el relevo de La Hora de La 1 y es Mañaneros 360. Presentado por Javier Ruiz durante ¡más de cuatro horas!, hasta las tres. Los miembros del Comité de Informativos no pudieron calificarlo más acertadamente: «No separan la opinión de la información», una de las acusaciones más graves que se pueden hacer. Ruiz tuvo un traspiés grave cuando en su programa dijo que «el político Alvise Pérez había pedido violar a la hija de Pedro Sánchez». Esa atribución fue errónea y tuvo que rectificar públicamente, desmintiendo la noticia.

El Telediario de las 15: 00 horas mantiene 60 minutos de duración, y muestra menos visceralidad que los «contenedores de actualidad». Aunque sigue un guion muy controlado en sus contenidos.

Finaliza el Telediario y aparece durante una hora y media Jesús Cintora (ahora sustituido en sus vacaciones por Aida Bao) con Malas Lenguas. Otro «no informativo/programa de actualidad» que parece hacerle la competencia a Javier Ruiz respecto a quién sacude con más fuerza al novio de Ayuso, o al del PP que dimitió por falsear el currículo. Del resto de currículos falseados por miembros del PSOE, ni se acuerdan, o pasan de puntillas.

Y, la penúltima decisión para cumplimentar las 12 horas de «información/actualidad/opinión y palos a la oposición»: Malas Lenguas, que se emitía en La 2, también lo hará en La 1 a las 19 horas. ¿Hasta el Telediario 2?, posiblemente. Pepa Bueno será la encargada de presentar este Telediario y ya ha comentado que «será de autor».

TVE ha entregado todas las horas de programación, salvo algunos detallitos, para intentar convencer a los ciudadanos de que el Gobierno de Sánchez es el mejor. La artillería que van a utilizar ya la están probando estos meses. Les vale todo, a pesar del Consejo de Informativos.

El Debate