No hay color entre Morante y Roca Rey
LR.- La fiesta de los toros – decía don Gregorio Corrochano – necesita las dos porterías que tiene el fútbol: es decir, la rivalidad, el enfrentamiento directo entre dos primeras figuras. Por ejemplo, la que enfrentó de verdad – a costa de varias cornadas, cada uno – Luis Miguel y Ordóñez, diferentes en estilo y en personalidad y cuñados, para más inri. Pudo ser histórica la rivalidad de Ponce y José Tomás pero éste la eludió: sabía lo que hacía…
Ahora, se intenta montar una rivalidad entre Morante y Roca Rey. Puede ser muy buena para la Fiesta: para los empresarios, para las taquillas, para atraer público y subir las estadísticas (ésas que desvirtúan Urtsun y sus seguidores, diciendo que la Fiesta ya no interesa a nadie).
Como operación de marketing, esa rivalidad me parece excelente. Con un criterio puramente taurino, me temo que no existe, no hay color. La estética de Morante es muy superior a la de Roca Rey: más profunda, más clásica, más variada. Un natural no podrá compararse nunca con un cambiado por la espalda, ni una verónica, con un arrimón. Si Roca Rey no acepta eso, le queda sólo una baza pero es muy dura: la entrega absoluta y torear toros de ganaderías más encastadas. Con el medio toro (o menos) que ahora suelen torear las primeras figuras, Roca no puede competir de verdad con Morante.
Un apoderado independiente y profesional (no, su hermano) se lo diría. Puedo poner un ejemplo, llevándolo al extremo de la caricatura: el público pagaría incluso por ver a Morante toreando a un carretón; a Roca Rey, desde luego, no. Cada uno ha de saber las bazas con las que ha de jugar..











