Morante de la Puebla ‘hace títeres’
Morante es y fue en El Puerto la emoción del toreo. Roca Rey, la emoción en el toreo. Uno entrega el cetro de la historia entera. El otro, el bastón de historia reciente. Y entre gallos, apareció Daniel Crespo cuyo eco debería superar la frontera de Despeñaperros. Ávidos de toreo y de morbo estaban los tendidos en tarde esperada, Morante toreó como sueñan torear los toreros desde que Cúchares movió primitivamente el engaño. Morante es el que acabó con la realidad de siglos de que no se puede hacer el toreo a tantos toros tantas tardes. Esas armas fueron las de Morante en El Puerto, respondido con gallarda impronta por Roca Rey, aferrado a sus armas del toreo a por todas, del toreo entre físico y poderoso. Le honra ser fiel a su esencia. Chapeau.
Llevaba el toreo siglos anclado en los bemoles de su primitivismo hasta que a Curro Cúchares le dio por agitar el trapo antes de entrar a matar. Siglos sin faena de muleta. La crítica de entonces escribió despectivamente: «jase títeres» (hace títeres, en alusión al movimiento de los títeres de las ferias). Pero hoy el toreo se llama el Arte de Cúchares. Más siglos llevábamos sin que el toreo más puro y lento pudiera con toda clase de toros. ‘Los de valor a mandar y los de arte a acompañar’ ha durado desde Cúchares hasta Morante: una espera de casi dos siglos. Pero la venganza del arte como lacayo del valor ha sido terrible.
Ni un segundo hubo de respiro. Una competencia patente en el ruedo que llegó también al callejón. Y eso que la tarde cumplió las expectativas ya en el recibo a la verónica de Morante de la Puebla al melocotón que abrió tarde. El de Núñez del Cuvillo tuvo clase y el celo justo para que Morante de la Puebla redefiniera el toreo. Una exposición y una asiento que echa un pulso a lo límite de lo humano y un embroque que lo hace al propio trazo del muletazo. Vio siempre el de Núñez del Cuvillo una muleta perfectamente puesta. En el sitio siempre idóneo para ligar, Morante de la Puebla se entregó en cada cite y volvió a hacer un homenaje al toreo. Por embroque y ajuste, la faena de Morante de la Puebla tuvo una dimensión suprema. Tras la estocada, paseó las dos orejas.
Morante de la Puebla recibió al cuarto con medio capote por chicuelinas. El toro de Núñez de Cuvillo fue acortando su viaje y puso en serios apuros a Morante de la Puebla. Tomó las riendas Curro Javier de la lidia hasta que Roca Rey quitó de manera variada en varios lances que llevaron la polémica al callejón cuando Morante le recriminó el trazo y metraje del mismo teniendo en cuenta las complicaciones del toro. ‘Maestro, fúmate un purito despacito’, respondió el peruano al reproche del cigarrero. El de Núñez del Cuvillo siempre fue remiso y con un embroque incierto. Por dentro en el primer muletazo. Morante de la Puebla citó en cada embroque con un asiento y un valor que comprometía lo humano. Sin embargo, M orante de la Puebla se impuso y con un toro poco agradecido al toreo, hubo muletazos de enorme mérito y trazo. Un natural en el centro del ruedo fue la definición perfecta. El acero fue defectuoso y el presidente no hizo caso a la petición de oreja por parte del público. Saludó una ovación.
Con sus cartas salió Roca Rey en el segundo, un toro acodado de pitones que tuvo un buen fondo y una gran embestida. Con un toro cada de buena condición, Morante hizo el toreo y Roca Rey ‘su toreo’. Vibrante fue el inicio de rodillas en el tercio con varios cambiados por la espalda muy ajustadas. Si Morante de la Puebla hizo el toreo de reducción, Roca Rey se asentó en el movimiento para encadenar los muletazos cuando el toro tuvo inercias. Lo más vibrante en el público llegó con los pases de pechos circulares, los cambiados por la espalda y el arrimón a final, dentro de un trasteo que bajó en las tandas de toreo fundamental. Pero con sus armas puso en pie al público. Dio lo que venían a ver. Tras la estocada, paseó las dos orejas.
El quinto fue el toro de menor expresión de la corrida y uno de los más limitados en su condición por la falta de fuerzas. Sin poder desarrollar su buena condición. La faena de Roca Rey fue de largo metraje y de dispar eco en unos tendidos que se dividieron. Como en el golpe a golpe de toreo el combate ya estaba destinado en su resultado, Roca Rey buscó la épica en un arrimón que no contó con el resultado esperado y algo amontonado valió para dividir más al público. Ovación.
No se quedó atrás en la pelea de gallos Daniel Crespo que nunca abandonó el corral. A la puerta de chiqueros se fue Daniel Crespo para recibir al jabonero sexto y fue tan vibrante el inicio a la verónica que sonó la música con todos los tendidos en pie. El toro de Núñez del Cuvillo fue muy bravo y, por ende, exigente. A su altura estuvo Daniel Crespo en una faena que contó con un ambiente para el recuerdo bajo los sones de ‘El Concierto de Aranjuez’. Las series tuvieron un toreo encajado, en línea curva, con un trazo que fue ganando en largura. Un golpe en la mesa cuyo eco debe cruzar las fronteras de El Puerto. Ya no es casualidad. Aquí hay torero. Tras la estocada, cortó las dos orejas. El presidente se olvidó del pañuelo azul.
El recibo a la verónica y el posterior galleo por chicuelinas de Daniel Crespo hizo albergar unas esperanzas que se esfumaron cuando la tendencia del toro hacia las tablas hizo sombra a cualquier ápice de bravura. Sin tener mala embestida, los viajes no tuvieron ritmo. Daniel Crespo quiso siempre torear bien. Saludó una ovación.
Ficha del Festejo:
Hierro de Núñez del Cuvillo – Plaza de toros de El Puerto de Santa María, Cádiz. Corrida de toros. Cuarto festejo del abono portuense. Lleno de ‘No hay billetes’. Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados, de buenas hechuras y de buen juego en su conjunto. Destacó el bravo sexto, que tuvo que ser premiado con la vuelta al ruedo. Buenos el segundo y el primero. El quinto tuvo buena intención, pero estuvo mermado de fuerzas. Complicado el cuarto. Manso el tercero.
• MORANTE DE LA PUEBLA, dos orejas y ovación.
• ANDRÉS ROCA REY, dos orejas tras aviso y ovación tras aviso.
• DANIEL CRESPO, ovación y dos orejas.
Incidencias: Manuel Rodríguez ‘Mambrú’ se desmonteró tras parear al tercero.











