El arzobispo de la Arquidiócesis de Lubumbashi, Fulgence Muteba (C), durante una misa en Goma, Kivu del Norte (Congo)

En la República Democrática del Congo se está llevando a cabo una cacería de cristianos en plena ola de violencia que está viviendo el país, que impide el desarrollo y la vida cotidiana de los ciudadanos. Los cristianos se encuentran en el punto de mira de los radicales islamistas que siembran el terror en el país. En lo que llevamos de año han perdido la vida más de un centenar de fieles en varios ataques perpetrados también con el fin de atemorizar a los católicos que tratar de procesar su fe en el Congo.

El primero de estos ataques se registró el pasado 17 de enero, cuando el grupo terrorista Fuerzas Democráticas Aliadas –ADF, por sus siglas en inglés– una rama local vinculada al Estado Islámico, asesinó a machetazos a más de 30 civiles, en su mayoría cristianos, en el noreste del país africano. Esta masacre ocurrió en Kivu del Norte y en otros pueblos aledaños. Además de las víctimas mortales se registraron varios desaparecidos, cuya cifra exacta se desconoce todavía.

El 19 de febrero tuvo lugar en una iglesia del noreste del Congo un atroz acto de violencia cuando se encontraron a 70 cristianos decapitados. Miembros de las ADF se acercaron a las casas de Mayba, en el territorio de Lubero, afirmando lo siguiente: «Salid, salid y no hagáis ruido». Veinte hombres y mujeres cristianos salieron y fueron capturados.

Ante esto, los habitantes de la localidad de Mayba se reunieron para intentar liberar a los prisioneros. Sin embargo, los militantes de la ADF rodearon la aldea y capturaron a otros 50 creyentes. Los terroristas islamistas fueron llevados a una iglesia protestantes en Kasanga con el objetivo de que fueran brutalmente asesinados y decapitados.

El pasado domingo, 27 de julio, se registró el último ataque perpetrado por la rama local del Estado Islámico en el Congo contra cristianos. Milicias de las ADF asesinaron a al menos 40 fieles, según las cifras oficiales y sin todavía concretarse la cifra exacta, que se había reunido para rezar en una iglesia católica de Komanda, ubicada al este del país africano.

Un líder de la sociedad civil consultado por AP aseguró que el ataque terrorista se produjo alrededor de la 1 de la madrugada del domingo. Durante el atentado también se quemaron varias casas y tiendas ubicadas en la localidad.

Una emisora de radio respaldada por la ONU informó de que el número de víctimas ascendió a 43, citando a fuentes de seguridad. El teniente Jules Ngongo, portavoz del Ejército de la República Democrática del Congo en Ituri, aseguró que se estaban realizando las labores de muertos y de heridos involucradas en el ataque terrorista y que los miembros de las ADF utilizaron «machetes y armas de fuego».

En 2024 se asesinaron a 355 personas por su fe

Las ADF operan en la zona fronteriza entre Congo y Uganda. En los últimos años han perpetrado multitud de ataques contra la población civil, siendo responsables del asesinato de distintos grupos de cristianos en los últimos meses. El líder en un principio de esta rama local del Estado Islámico fue Jamil Mukulu, cristiano convertido al Islam, que huyó a Kenia. Posteriormente fue reemplazado por Yusuf Kabanda, quien se unió a un grupo rebelde ugandés laico, el Ejército Nacional para la Liberación de Uganda-Nalu, según revela Vatican News.

El principal enemigo de este grupo terrorista es el ugandés Yoweri Museveni. Después de la pérdida, en 2000, del aliado Nalu, el grupo se radicalizó y se volvió cada vez más agresivo contra las poblaciones locales.

El año pasado, 355 personas fueron asesinadas en el Congo por su fe, en comparación con las 261 del año anterior, mientras que se estima que 10.000 personas fueron forzadas a abandonar sus hogares, lo que supone diez veces más que en 2023. Se han saqueado y quemado casas, se han reubicado escuelas, se han cerrado iglesias e instalaciones sanitarias y varias aldeas cristianas han sido abandonadas por completo ante los continuos ataques perpetrados por grupos terroristas.