Las cuentas no cuadran: trucos contables esconden la quiebra de España
José Ramón Rivera.- Eurostat acaba de publicar los datos provisionales del Gasto Público consolidado de los 27 países, los Ingresos Totales generados por los diferentes impuestos y, por lo tanto, el superávit o déficit de las diferentes economías. A estos datos le voy a añadir la deuda que se actualizó recientemente.
El análisis que les voy a mostrar hoy es sólo para España, porque lo que quiero es enseñarles, al igual que en mi artículo anterior que publiqué hace unos días, es que nuestro país está gobernado por Alí Babá y su cuadrilla y la cueva la deben de tener en lugares a donde viaja habitualmente el Falcón sin pasajeros.
Muchos se preguntarán el porqué de mi mal genio, que no tiene nada que ver con el de la lámpara de Aladino. Pues es muy sencillo. Cada mes que pasa, el que dice ser el «puto amo», nos está llevando más cerca de la quiebra. Lo que me parece mentira, es que gente como Ana Belén y Almodóvar todavía le defiendan, claro que si en lugar de vivir de nuestros impuestos tuviesen que vivir de su trabajo a lo mejor se lo pensaban dos veces.
Los datos del primer trimestre de 2025, que acaba de publicar Eurostat, nos muestran, una vez más, una paradoja que debería encender todas las alarmas.
Sobre el papel, el Gobierno podría presumir de haber mejorado sus cuentas:
El gasto público total ha crecido 10.941 millones de euros, un 6,3 % respecto al T1 de 2024. Los ingresos por impuestos han subido 11.396 millones un 7 %, superando el aumento del gasto. Lo cual demuestra el expolio al que nos están sometiendo, menos a los de las cejas, que, aunque paguen, no paran de recibir subvenciones. El déficit contable se ha reducido en 455 millones, un 4 %, quedando en 10.917 millones en negativo.
El problema llega cuando miramos la otra cara de la moneda. La deuda total del Estado ha crecido en 52.658 millones en solo tres meses.
Vean el cuadro que les he preparado con estos datos:
¿Cómo es posible que, con un déficit contable de apenas 10.917 millones, el Estado haya tenido que endeudarse cinco veces más de lo que marca ese déficit?
La respuesta no es sencilla… pero sí preocupante.
Hay solo una posible explicación para este desfase y deja en mal lugar a Bruselas, que lo permite, y a Ali Babá, que lo promueve:
Es el maquillaje contable de siempre. El superávit o el déficit contable no es más que un reflejo de lo que el Gobierno decide registrar.
Basta con retrasar pagos a proveedores, demorar transferencias a Comunidades Autónomas o dejar facturas en los cajones, para que los números «luzcan» mejor. El déficit contable parece controlado, pero el Tesoro se ve obligado a emitir deuda porque sabe que esos pagos llegarán en semanas.
A esto se le llama fraude estadístico, manipulación de la información y, como ya he dicho en varias ocasiones, está penado por el Código Penal y puede conllevar hasta 3 años de cárcel, además de la inhabilitación correspondiente para ocupar cargos públicos, pero podría a llegar a ser peor por la cantidad de demandas que podrían caerle al Estado por parte de afectados, por tomar de decisiones erróneas con información falseada.
Hay otro factor que seguro que está influyendo. Tenemos pendientes de convocar, pagar y, en muchos casos, adjudicar, 24.000 millones de fondos Next Gen, que llegaron hace años y que, desde luego, ese dinero ya fue usado en pagar gastos del día a día y como hay que empezar a pagar parte de sus 24.000 millones, sólo hemos pagado 950 millones en los 5 primeros meses, no nos queda otro remedio que pedir dinero prestado para que esos Fondos lleguen a donde sea y digo adrede a donde sea.
El Banco de España publicará en agosto los datos de junio y ya sabemos lo que veremos. Solo en junio, el Tesoro emitió 25.023 millones adicionales, y en seis meses la deuda de la Administración Central ya ha crecido en 61.597 millones, un 128,3 % de todo el incremento previsto para 2024.
Por mucho que la ministra Montero intente vender la imagen de estabilidad, los números no cuadran y los ingresos por impuestos no paran de subir.
Un déficit aparentemente controlado, pero una deuda disparada, es la señal inequívoca de que alguien está manipulando los tiempos de la contabilidad nacional o maquillando cifras.
¿Hasta cuándo aguantará Bruselas esta situación, estas mentiras y estos engaños?
Ya fueron cómplices de los engaños de Grecia y ese país y la UE lo pagaron muy caro con varios rescates. Si España tiene que ser rescatada, será la mayor de las vergüenzas para unos españoles que hemos pagado varios billones de euros en impuestos desde que está este tipo en La Moncloa, pero es que, si eso sucede, habrás miles de empleados públicos que habrán colaborado, activa o pasivamente, con que esto haya sucedido y, desde luego, Eurostat será tan culpable, como los empleados públicos colaboradores en este desastre.
Los que nos damos cuenta de lo que está pasando tenemos que seguir luchando por explicarlo y a mi mientras la cabeza me aguante y las fuerzas también no pienso parar de tratar de convencer a cualquiera que me quiera escuchar que estamos muy cerca de la quiebra financiera de nuestra querida España.
El Debate











