¿Por qué callan los antitaurinos ante el anuncio de que Marruecos ejecutará a tres millones de perros antes del Mundial de 2030?
AD.- Lo bueno del proyecto mundialista es que resulta tan previsible como pueden comprobar casi a diario los lectores de este medio. La defensa de determinados ‘valores’ con la mascarada del animalismo, el feminismo, el ecologismo o el antirracismo, entre otros, se contradice luego con su elocuente indiferencia cuando esos mismos ‘valores’ son salvajemente atacados por los miembros de comunidades refractarios a nuestra cultura de siglos. Ya se sabe que el mundialismo tiene entre ceja y ceja la desintegración de las identidades nacionales y la reducción demográfica de las poblaciones autóctonas europeas. La utilización de colectivos como el de los antitaurinos responde a esa estrategia aniquiladora. Las contradcciones en las que incurren merecen ser enumeradas.
Aunque es fácilmente deducible, nos preguntamos por qué los animalistas españoles lanzan siempre sus dardos envenenados contra los aficionados de la fiesta brava y no, por ejemplo, contra el anuncio de que Marruecos masacrará a tres millones de perros callejeros en un brutal intento de limpieza antes de albergar la Copa del Mundo de 2030
La matanza, que ya habría comenzado pese a las declaraciones oficiales que aseguran lo contrario, busca despejar las calles de animales para ofrecer una imagen más “presentable” a los visitantes durante el evento deportivo.
El país norteafricano será coanfitrión del Mundial junto a España y Portugal, en una edición histórica que marcará el centenario del torneo. Aunque Marruecos se ha centrado en la modernización de estadios y mejoras de transporte para cumplir con los estándares exigidos por la FIFA, diversas fuentes aseguran que está llevando a cabo una campaña encubierta de exterminio masivo de animales.
Otro tanto ocurre a cuenta del silencio de los farsantes animalistas con la celebración musulmana del Aid El Kebir, más conocido como Celebración del Sacrificio o Fiesta del Cordero. Se calcula que alrededor de un millón de corderos son degollados en España cada año. Característica de esta fiesta es la violencia brutal hacia los animales. Desde el momento de la carga, donde se puede ver a los operarios pisando la cabeza de los corderos, o dándoles patadas para moverlos, hasta la matanza en sí misma, donde el horror es indescriptible. Corderos completamente aterrorizados intentando escapar de los matarifes, agonizando durante minutos cubiertos de su propia sangre. También se han visto operarios insertando un compresor en las patas a los animales para separar la piel estando aún vivos, esto causa un dolor terrible.
Como no es necesario aclarar, los antitaurinos, año tras año, permanecen ciegos y mudos ante estas crueles matanzas. La determinación con la que defienden los «derechos» del toro se desvanece en el caso de Aid El Kebir. Los animalistas, fieles al amo que ordena y paga, consideran legítimo e incuestionable el degollamiento a cuchillo de millones de corderos en todo el mundo… a condición eso sí de que miren a la Meca.
Existen innumerables informes que acreditan cómo los participantes en estos rituales no suelen tener documentos que acrediten la procedencia del ganado ni cuentan con la presencia de un veterinario, tal y como estipula la normativa.
Grupos de ellos convierten los pisos, patios interiores, solares privados y terrenos públicos en mataderos improvisados donde llevan a cabo la matanza del cordero sin ningún tipo de control.
Nada de esto importa a los antitaurinos españoles, al servicio permanente de una hiper-casta mundialista, cuyos contornos se dibujan con mayor nitidez a medida que pasa el tiempo. Nada mas perverso y eficaz que apelar a los sentimientos nobles o valores éticos del ser humano insertos en la conciencia social de un pueblo o una nación con el fin de utilizarlos y manipularlos en detrimento del conjunto de intereses a los que éste representa. Eso es lo que vienen haciendo las entidades promotoras del nuevo orden. Los antitaurinos forman parte del núcleo central de la maraña de organizaciones que trabajan sin descanso contra la identidad de los pueblos europeos y en favor de la progresiva descristianización de nuestros países. Por eso braman contra la Fiesta Nacional y callan miserablemente ante el salvaje exterminio de millones de perros en Marruecos.













Porque la ultraizquierda no es tonta, vive del cuento de los otros, y tiene miedo al islam.
El enemigo es la cultura española, nuestra historia, la religión cristiana católica…esos son los enemigos…punto….está muy claro hace mucho tiempo. Eso, y que saben que los taurinos tienen escrúpulos, y claro con los taurinos tienen cojones, con los otros no. Finalmente, la financiación del húngaro y compañía.
Al menos de una cosa podremos estar seguros, esos tres millones de perros, no vendrán en pateras….
Por un momento he pensado que el titulado estaba escrito en clave. Pero no, se trata de perros de cuatro patas.