La cuadrilla del Búcaro.- La retirada de Pablo Hermoso de Mendoza dejaba muchas incógnitas en el aire sobre el futuro de esta corrida que el maestro de Estella instauró hace décadas en San Fermín. Guillermo, el heredero natural, consciente de la responsabilidad adquirida, ha despejado las dudas, de un plumazo y con una rotundidad apabullante.

Cortó una oreja en su primero, encontrando su “tormenta perfecta” en el sexto, un gran toro del Capea, al que ha cuajado de principio a fin, llegando al éxtasis general con un certero rejonazo, que ha convertido la Monumental en un manicomio sin correas. Dos orejas y rabo. Hoy no podía flaquear y no lo ha hecho el de Estella.

Se ha seguido con mucho interés el debut de Lea Vicens, y la amazona gala, con recuerdo a Rafael Peralta, ha tenido una buena actuación, que hubiera tenido más premio que una vuelta si remata con los aceros.

Roberto Armendariz defendió su sitio en tarde de entrega y coraje, cortando una oreja en el cuarto, que le servirá espero para volver. Empañó con los hierros su buena labor en el primero.

El rabo tiene más valor por lo que significa que por su peso específico. Excesivo o no, certifica la eterna y sólida comunión de Pamplona con el linaje Hermoso de Mendoza, defendido con maestría en el ruedo.

Gran encierro del Capea, infalible regularidad un año tras otro en este coso, con tres toros de nota alta y un gran sexto.

Hoy no es un buen día para aventurarse en cábalas futuras; la realidad es que la corrida de rejones goza de buena salud y es una hermosa realidad a plaza llena. A descansar, que ya toca y acabamos de empezar.