Soto del real sanchismo
Mayte Alcaraz.- Santos Cerdán León ha terminado reemplazando en el talego a los etarras que ayudó a sacar de la cárcel, u ocupando la celda que evitó para Puigdemont. El juez Puente y el fiscal anticorrupción Luzón se debieron temer que terminara hospedado en Waterloo montando una comuna de prófugos. Y entre la duda de que siguiera los pasos de Otegi o los de Puigdemont y escapara del país y de la justicia, optaron por mandarlo a Villa Candado, donde siempre puede construir —porque él es un arquitecto de los pactos cuquis— otro gobierno de coalición con lo mejor de cada casa. Es su especialidad, como le dijo al magistrado el lunes, al que obsequió con su particular chatarra política. Santos no ha robado, solo es víctima de una cacería de los fachas que tienen la mala costumbre de preocuparse por el dinero público y denunciar que engrose las cuentas de los benéficos gudaris de la izquierda.
Menos mal que bajo el Estado del bienestar (ese que tanto se defiende con las mordidas en Navarra) de Soto del Real el calor es más llevadero. Aunque Santos, que ha abierto la puerta a que Otegi sea el nuevo Gandhi del régimen y Puigdemont la pobre víctima de una dictadura, supongo que estará preparado para cualquier inclemencia. Quién sabe si, desde la cárcel, recuperará la memoria cuando se sincere con la almohada y recordará sus conversaciones con Koldo sobre contratos públicos amañados, o aquellos 40 millones que consiguió del Ministerio de Óscar Puente, o los algo más de cinco millones que el Supremo cree que se embolsó de botín, o la compra por 6.000 euritos del 45 por ciento de Servinabar, la empresa clave de las comisiones; en definitiva que recupere la memoria, tan traicionera ella, sobre las inconfesables cosas que le pidió Sánchez para perpetuarse en el poder, las cabezas que ambos cortaron en las baronías para colocar solo afines al gran líder, y las operaciones oscuras que los fontaneros políticos suelen hacer, sobre todo con lady Cloacas Díez de brazo ejecutor. Ya lo dijo la propia Leire: vamos a quitar de en medio al jefe de la UCO por aquí, mira a ver qué encuentras de Peinado por allá, a ver si la jueza de Azagra tiene algún muerto en el armario por acullá… Y todo eso lo vamos a conocer. Que Pedro no tenga ninguna duda.
Leopoldo Puente sabe bien que esa voz de los audios de Koldo es la del mandamás socialista. Hay dos antecedentes: tanto en la Gürtel, con las grabaciones del concejal del PP, José Luis Peñas, como en la nutrida fonoteca de Villarejo, las defensas de los encausados intentaron invalidar los registros sonoros, pero, tanto el Tribunal Supremo como la sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional, validaron esas pruebas previo análisis forense. Así que jurisprudencia hay al respecto. La Justicia no va a tragar con la estrategia de defensa de la mano derecha de Sánchez.
Santos es la particular e intransferible bomba de relojería del presidente del Gobierno. El lunes noche el jefe del Ejecutivo intentó contraprogramar el paseíllo a la celda de su hombre de confianza con una cena con los mandatarios llegados para la cumbre de la ONU en el palacio de Las Dueñas, donde Machado recordaba un patio de Sevilla y un huerto claro donde madura el limonero. Pero ni el más bello huerto machadiano puede tapar el oprobio de tener a tu equipo pringado hasta las cejas y pasearte con tu esposa imputada vestida de alta costura como si nada hubiera pasado. Ha pasado. Y aunque la prensa amiga se abra las carnes intentando separar la entrada en el talego de Bárcenas con la de Santos Cerdán, cabe una pregunta definitiva: ¿Será esta cárcel de la sierra madrileña el Soto del irreal PSOE o el socialismo encerrará en ese Soto al real sanchismo?











