Roca Rey corta tres orejas en Castellón y ya aspira a reinar en Pamplona
El torero Andrés Roca Rey hará doblete en la Feria de Pamplona, pero es que, además, ya avisa de que aspira a reinar en San Fermín con tres orejas cortadas en Castellón en la corrida homenaje a Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa.
Antes, ya había llenado la plaza de toros de Alicante, y ahora triunfó en la de Castellón. En definitiva, Roca Rey ha protagonizado una semana memorable en los ruedos cuando faltan solo unos días para el inicio de la Feria de Pamplona.
Tanto en Alicante como en Castellón, informó Efe, el torero peruano no solo llenó el aforo, sino que salió a hombros tras triunfar con contundencia. La ausencia de la Feria de Julio en Valencia este año ha impedido que se repitiera esta estela en una tercera ciudad levantina.
El festejo de Castellón se enmarcó en un homenaje a Manuel Colonques, presidente de la firma Porcelanosa, figura clave del desarrollo industrial de la provincia y amante declarado de la tauromaquia.
Colonques, fundador de la empresa en 1973, ha mantenido siempre una vinculación estrecha con su tierra y con la plaza de toros de Castellón, donde era habitual verle como abonado en las principales citas del calendario, desde la Magdalena hasta Sant Pere.
La corrida extraordinaria celebrada este domingo culminó con tres orejas para Roca Rey. En su primer toro, el segundo del festejo, comenzó la faena con un pase cambiado y, tras un desarrollo algo desigual, logró imponerse con tres tandas vibrantes cuando el animal ya buscaba tablas. Un arrimón imponente y un pinchazo hondo le valieron su primera oreja.
La faena al sexto, premiada con dos orejas, fue la más rotunda. Roca Rey inició rodilla en tierra con un ayudado por alto y un pase cambiado que despertó a los tendidos. Acompañado por los acordes de La Concha Flamenca, el peruano ligó muletazos con gran profundidad al natural y firmó dos tandas especialmente templadas. Cerró con bernardinas antes de entrar a matar.
La estocada fue efectiva, aunque el toro tardó en caer, por lo que el diestro escuchó dos avisos. Pese a ello, el entusiasmo del público le granjeó un doble trofeo, mientras que el astado, de Domingo Hernández, fue recompensado con la vuelta al ruedo.
En cuanto al resto del cartel, José María Manzanares, con un lote desigual, logró cortar una oreja generosa al primero, un toro de buena condición aunque de escaso trapío. Ejecutó una faena templada y mató recibiendo al segundo intento.
En su segundo turno, el cuarto, nada pudo hacer ante un ejemplar mermado de los cuartos traseros, con el que su trasteo voluntarioso no obtuvo recompensa.
Por su parte, Cayetano tuvo una tarde complicada. El primero de su lote fue un animal sin raza y complicado por el pitón izquierdo, al que no logró someter ni conectar con los tendidos.
Fue alcanzado en un percance sin mayores consecuencias al entrar a matar, tras lo cual se retiró a la enfermería. En el quinto regresó para lidiar a un toro que recibió el mejor puyazo de la tarde. Aunque el animal ofrecía posibilidades, el diestro no logró acoplarse a sus distancias ni alturas. Pese a una estocada efectiva, su actuación se saldó con una ovación.
El encierro de Domingo Hernández presentó una presentación correcta, aunque la tónica fue la falta de fuerza y fondo. Destacaron el primero y, sobre todo, el sexto, «Libertino», al que se le otorgó la vuelta al ruedo.
La plaza, con motivo de las fiestas de Sant Pere y del homenaje a Manuel Colonques Moreno, rozó el lleno, congregando a más de 10.000 espectadores. El colorido del público, el recuerdo al empresario y la entrega de Roca Rey contribuyeron a una tarde de toros que quedará en la memoria de la afición castellonense.












