Gélida actitud del coso venteño con tres novilleros capaces
La cuadrilla del Búcaro.- Tengo sensaciones encontradas y me he quedado sorprendido con la gélida actitud del coso venteño con tres novilleros capaces, serios, preparados y cabales.
Me ha gustado ver novilleros con babaje y condiciones para funcionar, poco habitual en las novilladas madrileñas, acostumbrados a desesperadas tardes con jóvenes sin recorrido y experiencia. Con los defectos y virtudes del escalafón, en una novillada complicada, mal gestionada en lidias terribles, maltratadas, aunque los Mayaldes de hoy no traían las orejas puestas, los toreros han presentado credenciales con opciones, pero la gente estaba a otra cosa, o al menos eso me ha parecido.
He visto futuro, cada cual en su palo, aunque ahora todos estos chavales me parecen casi iguales en condiciones técnicas y artísticas. El elemento diferencial se está perdiendo con la homogénea enseñanza del magisterio taurino. Todos saben torear, solucionar problemas con atributos de veterano matador, manejar con solvencia capote y muleta, ágiles espadas, pero sin el arrebato fundamental que incendia tendidos.
Son buenos, muy buenos toreros, pero algo falla si no salta la chispa, aunque hoy esté algo atorado el tendido. Este torero moderno, disciplinado y funcional, nos niega la épica, la improvisación, el resorte pasional que estalla el graderío.
Me han gustado los tres, merecen no perderles la pista. El Mene parece aventajado y tiene un cañón como espada; el Fabio riojano tiene solera buena a descubrir, y el Bastos portugués tiene madera noble. El tiempo dará o quitará razones. Crónica extraña; hoy todo me ha parecido extraño, hasta los Mayaldes, que suelen cumplir con mejor nota.











