Sánchez juega con fuego al acuchillar la democracia
Se cree impune como buen psicópata, pero terminará pagando sus cuchilladas a la democracia y a la Constitución. Aunque tenga todo el poder en sus manos, el futuro de Sánchez está lleno de amenazas y riesgos. Recuerden que “el criminal nunca gana” y “el que la hace la paga”.
Detener su descarado y brutal avance hacia la tiranía es el primer deber de todo español decente y libre.
Su mentira descarada de ayer sobre el acuerdo especial de su gobierno con la OTAN, desmentido desde Bruselas, es una muestra fehaciente de la suciedad y maldad del peligroso Sánchez.
El respeto a las leyes y la independencia de instituciones claves como la Fiscalía, el Tribunal Constitucional, el Banco de España y RTVE, ya “tomadas” por Sánchez, son fundamentales para el funcionamiento de una democracia saludable.
Sin embargo Pedro Sánchez las viola y destroza así el Estado de derecho y la democracia.
Su última fechoría en marcha es demasiado rastrera y peligrosa: quiere someter a la UCO y desmontar la capacidad de los jueces para investigar, entregando ese poder a la Fiscalía del Estado, dominada ya por el sanchismo corrupto.
Si lo consigue, desarticulará las defensas de la democracia frente a los chorizos y sinvergüenzas, que tendrán vía libre para delinquir en España.
Algunas posibles consecuencias de la ocupación gubernamental de las principales instituciones y poderes:
1. Pérdida de confianza ciudadana en las instituciones.
2. Politización de la justicia y la función pública.
3. Riesgo de parcialidad en la toma de decisiones.
4. Debilitamiento de la separación de poderes.
5.- Avance real hacia la tiranía.
De hecho, Pedro Sánchez está acabando con la democracia en España y está siendo apoyado en esa labor miserable y contraria al deseo de las mayorías por partidos políticos adscritos al totalitarismo, al golpismo, al odio y a la destrucción de España.
Detener el avance del sanchismo, que sigue vivo y pujante a pesar de que está inmerso en la corrupción y desacreditado en España y el mundo, es el primer deber de todo demócrata.
La batalla está servida: demócratas contra rufianes. Españoles de bien contra mentirosos, estafadores y tiranos. El bien y el mal enfrentados.











