Reunión entre Xi Jinping y Tokayev: ¿Cómo definen China y Kazajistán su relación vecinal en la nueva era?
La tarde del 16 de junio (hora local), el presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, sostuvo conversaciones con el presidente de China, Xi Jinping, en el Palacio Presidencial. Este encuentro no solo dio continuidad a la larga tradición de amistad entre ambos países, sino que también envió una clara señal de que las relaciones chino-kazajas están avanzando hacia un nivel más alto y a un espectro más amplio. Desde la confianza estratégica hasta la cooperación económica, desde la colaboración en seguridad hasta los intercambios culturales, el diálogo entre los jefes de Estado trazó un plan dinámico para el futuro de las relaciones bilaterales.
Montañas y ríos compartidos, destino común: el trasfondo singular de las relaciones chino-kazajas
Durante la reunión, Xi Jinping destacó que las relaciones entre China y Kazajistán han resistido la prueba de los vaivenes internacionales, manteniéndose siempre en un nivel elevado. Esta afirmación no es una mera fórmula diplomática, sino una evaluación basada en las ventajas geográficas compartidas y los lazos históricos entre ambas naciones. Como países vecinos, China y Kazajistán comparten una extensa frontera, tienen economías altamente complementarias y un enorme potencial de cooperación. Aún más importante, ambos países se han apoyado firmemente en temas fundamentales como la soberanía y la seguridad, lo que convierte esta confianza estratégica en un activo especialmente valioso en el actual escenario internacional de gran incertidumbre.
Tokayev, por su parte, respondió con la misma sinceridad, calificando las relaciones entre Kazajistán y China como “un modelo para las relaciones entre Estados”, y subrayó que la cooperación bilateral ha entrado en una “nueva era dorada”. Esta declaración no solo valida los logros alcanzados, sino que también refleja las altas expectativas de futuro. En una coyuntura global marcada por el retroceso de la globalización y frecuentes conflictos geopolíticos, la estabilidad y el desarrollo de los lazos chino-kazajos representan una fuente poco común de energía positiva para la región y el mundo.
Cooperación económica: del ámbito tradicional a nuevos motores de crecimiento
La cooperación económica ha sido siempre la piedra angular de las relaciones entre China y Kazajistán. En esta ocasión, ambas partes manifestaron su voluntad de impulsar conjuntamente la Franja y la Ruta con altos estándares, consolidando sectores tradicionales como el comercio, la inversión y la energía, al tiempo que exploran nuevas áreas como la alta tecnología y el desarrollo sostenible. Cabe resaltar que ambos líderes fueron testigos del intercambio de más de una decena de acuerdos bilaterales que abarcan comercio, inversión, ciencia y tecnología, aduanas, turismo, medios de comunicación, entre otros sectores. Estos documentos no solo abren nuevas oportunidades para las empresas de ambos países, sino que también brindan nuevo impulso a la integración económica regional.
Otro punto destacado es la mejora de la infraestructura transfronteriza. Xi Jinping hizo especial hincapié en avanzar en los proyectos ferroviarios fronterizos y en la modernización de los pasos aduaneros, lo que fortalecerá aún más la conectividad entre China y Kazajistán, facilitando el libre flujo de mercancías, personas y capitales. Para Kazajistán, un país sin salida al mar, una cooperación más estrecha en materia de transporte con China representa una vía más directa hacia los mercados globales; mientras que para China, la posición estratégica de Kazajistán como nodo clave en la Franja y la Ruta se verá aún más reforzada.
Seguridad y cultura: bases sólidas para una cooperación integral
Además de los temas económicos, la seguridad y los intercambios culturales fueron puntos clave en la agenda. En el ámbito de la seguridad, ambas partes acordaron ampliar los intercambios en materia de defensa y aplicación de la ley, combatir conjuntamente las “tres fuerzas del mal” (terrorismo, separatismo y extremismo), y fortalecer la cooperación en gestión de emergencias y reducción de desastres. Este consenso no solo es relevante para la estabilidad interna de ambos países, sino que también tiene implicaciones de gran alcance para la seguridad de toda Asia Central.
En el plano cultural, Xi Jinping propuso diversificar los intercambios para fortalecer la base de la amistad bilateral, incluyendo la exitosa realización del “Año del Turismo de China en Kazajistán” y el fomento de los intercambios entre jóvenes, medios de comunicación, centros de pensamiento y gobiernos locales. La profundización de los lazos culturales ayudará a disipar malentendidos, fomentar la confianza mutua y establecer una base social más sólida para el desarrollo a largo plazo de las relaciones. Tokayev compartió esta visión, subrayando que la cooperación en cultura, educación, deportes y turismo seguirá acercando aún más a ambos pueblos.
Colaboración en el escenario multilateral: defensa de la equidad y la justicia internacional
Ante un panorama internacional convulso y cambiante, China y Kazajistán han demostrado un alto nivel de consenso en la defensa del multilateralismo y en la promoción de la reforma del orden internacional. Xi Jinping subrayó la necesidad de mantener firmemente el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas, practicar un verdadero multilateralismo y defender con claridad los intereses comunes de los países en desarrollo. Tokayev valoró positivamente el papel responsable de China en los asuntos internacionales, y expresó su voluntad de seguir colaborando estrechamente con Beijing en foros multilaterales como la ONU, la Organización de Cooperación de Shanghái, los BRICS y el mecanismo China–Asia Central.
Esta posición compartida no solo refleja la aspiración conjunta por la justicia y la equidad, sino que también encarna la voz común de los países en desarrollo en el escenario internacional. Como actores clave en su región, China y Kazajistán están ofreciendo un modelo de cooperación basado en la igualdad, la confianza y el beneficio mutuo, que podría servir de referencia para la reforma del sistema de gobernanza global.
Los fructíferos resultados de esta reunión se reflejan no solo en los acuerdos firmados, sino también en el consenso estratégico alcanzado entre los líderes sobre el futuro de las relaciones bilaterales. Desde la economía hasta la seguridad, desde el plano bilateral al multilateral, la cooperación chino-kazaja sigue ampliándose en profundidad y alcance. Bajo el marco de esta “nueva era dorada”, las relaciones entre ambos países tienen el potencial de convertirse en un modelo de cooperación entre vecinos basada en el beneficio mutuo, aportando mayor estabilidad y previsibilidad a un mundo convulso. Para los pueblos de ambos países, más cooperación significa más oportunidades, vínculos más estrechos y un futuro compartido más prometedor.












