El socialismo español, gobernado con mano dura por Pedro Sánchez, se ha convertido en un foco mundial de vicio, bajeza y corrupción que causa vergüenza e indignación en todo el mundo.

España es el único país de Europa que paga sueldos públicos a mujeres por prostituirse con políticos viciosos. El presidente de España también es el único en el mundo que tiene a su hermano y a su esposa imputados y en serio riesgo de ser encarcelados por corrupción.

La porquería que envuelve y asfixia al actual gobierno de España no tiene parangón en el mundo.

Es todo tan sucio que parece que Satanás ha elegido como su sede en la tierra a la España que gobiernan socialistas y comunistas.

Pero la España socialista es también uno de los líderes mundiales en maldades y corrupciones como las siguientes: mentiras y estafas oficiales, tráfico y consumo de drogas, prostitución, blanqueo de dinero, despilfarro público, lujos y privilegios de los políticos gobernantes, inflación de políticos cobrando del Estado, impuestos abusivos y confiscatorios, inmigración descontrolada, crecimiento de la delincuencia, protección a los ladrones de viviendas (okupas), contratos públicos y subvenciones amañados, divorcio entre políticos y ciudadanos, odio del pueblo a sus gobernantes, rechazo al presidente del gobierno, deterioro de las grandes instituciones, entre ellas la Corona, la Fiscalía General, la abogacía del Estado, el Tribunal Constitucional y otras muchas, además de la compra de periodistas y medios de comunicación y fracaso en servicios y sectores básicos como la Justicia, la educación, la salud, los transportes, la protección a los vulnerables y otros.

No existe en todo el mundo un jefe de gobierno tan odiado por la mayoría de su pueblo como el español Pedro Sánchez, que es pitado y abucheado en las calles y tan lleno de miedo a su pueblo que se mueve rodeado de guardaespaldas y camuflado en largas caravanas de vehículos oficiales.

El colmo del fracaso político del socialismo español es que media España cree que el gobierno hace trampas en los escrutinios electorales y se adjudica escaños que no le corresponden.

Si a todo ese elenco de bajezas y fracasos políticos se agregan verdades tan dolorosas como el intento continuo de eliminar la separación de poderes, el asalto a la justicia independiente por parte del gobierno, la toma y ocupación de instituciones y empresas que deben ser libres en Democracia, la corrupción en las Fuerzas Armadas, el intervencionismo feroz en empresas vitales como Telefónica y la compra masiva de voluntades y medios de comunicación, nos encontramos con un país desgraciado, maltratado y emputecido por sus gobernantes socialistas, que para colmo de suciedad y bajeza, gobiernan aliados con ex terroristas, golpistas y partidos dominados por el odio y la obsesión de destruir España.

Una fechoría tras otra, un paso tras otro hacia la tiranía. El último de ellos una reforma de la Justicia ideada para fortalecer la Fiscalía del Estado y controlar todo el sistema judicial, lo que representa una patada en el hígado a lo que queda de democracia.

Millones de españoles que sienten deseos de limpieza y regeneración se sienten secuestrados y vejados por la maldad de los políticos y la bajeza de los que gobiernan.

Algunos, desde la angustia que produce estar rodeados de vicios y excrementos, llegan a pensar que la España actual es una nación poseída por el diablo.

Voto en blanco