Muerte del papa Francisco: Que encuentre tanta paz como deja
AD.- La inopinada muerte de Francisco, por anunciada que estuviese, nos retrotrae a las conspiraciones palaciegas que asolaron a la Iglesia en la Alta y Baja Edad Media: envenenamientos, maquinaciones, confabulaciones secretas y, sobre todo, el poder secular que promovía o vetaba a los candidatos en los mismos cónclave.
Tras exhibir desvergonzadamente la decrepitud del Pontífice hasta extremos ridículos -ahí está el paseo de Francisco en ropa interior por la basílica de San Pedro-, nos desayunamos con la repentina muerte del papa. Ayer, en el balcón de San Pedro con la bendición, el otro día con el vicepresidente Vance y hoy ya difunto. La cosa da que pensar, sin duda.
Lo cierto es que la prolongada agonía del papa, real o provocada por su camarilla, ha dado un tiempo precioso a la mafia vaticana para amarrar el futuro cónclave.
No pueden permitir que la próxima elección papal se descontrole. Benedicto XVI, con todos sus defectos, había convertido la Santa Sede en una institución independiente y prestigiosa en el ámbito internacional. Su dudosa abdicación y la subsiguiente elección de Francisco tenía como objetivo transformar la Iglesia en lo que ahora es: una decadente e inofensiva ONG sometida a la cultura woke de las élites globalistas.
El pueblo cristiano desorientado hasta el extremo, el buen clero desanimado y perseguido, la Iglesia extraviada doctrinalmente con las bendiciones gays y el cambio climático, arruinada económicamente por las corruptelas de la Curia, el episcopado copado por los peores clérigos y el cardenalato en manos de los clones de Francisco. Este es el dramático legado de un papa rabiosamente autoritario que, bajo capa de democrática sinodalidad, ha establecido un régimen de terror y de coacción para cualquier disidencia de las políticas eclesiásticas oficiales.
El pontificado de Francisco ha sido como tantos otros que serán inmediatamente olvidados. A este papa sólo le llorarán sus paniaguados, que esperarán como agua de mayo la decisión de un cónclave que les mantenga en sus cargos. Los 138 cardenales, elegidos en su gran mayoría por el mismo Francisco, son su mayor activo. Un nuevo papa que remate el infausto legado de su predecesor sería su mayor alegría.
Otra cosa es que el Espíritu Santo, que sopla donde quiere, desactive los planes de la mafia rosa, promocionada por Francisco y que copa ahora los puestos de responsabilidad. Los milagros todavía existen y el Resucitado no puede desamparar a su maltrecha Iglesia, ya que el poder de la muerte no la podrá destruir.
Que el Señor victorioso rompa los brazos de los enemigos internos y externos de su Esposa, la Iglesia, y nos conceda en su misericordia un Papa según su corazón, dispuesto a subir con Cristo a la Cruz del desprecio del mundo, dispuesto, por tanto, a defender a sus ovejas del lobo hasta dar la vida por ellas.
Y que el papa Francisco encuentre en el Más Allá la misma paz que aquí, en esta tierra, ha dejado.













Porque debemos seguir a Cristo; no a los hombres!!!!
Me alegro que muriera, así deja de dar por culo a todo el mundo. Espero que fuera de cabeza al infierno.
El hematoma en el lado izda.de la cara del cadáver en el ataúd tendrá que ver conque era grado 33 de los masones.
Y dudo que su último ingreso fuera de un mes en el hospital porque estaba más gordo que nunca y debía de estar esquelético.O esque le daban manteca de comer en el hospital???
Todo muy raro.
Pues no veas cuando le hagan la autopsia y descubran que era reptiliano
A los Papas no se les hace la autopsia nunca, en ningún caso- Para ejemplo de esto, el caso del Papa Juan Pablo I que pese a su más que extraña, y sospechosa, muerte, no se le hizo.
Le daban cortisona. lo cual explica su llamativo volumen.
Este pequeño hombrecillo esta en frente de su Creador.
Esperemos que El Espíritu Santo lleve las baterías cargadas y luces led para iluminar bien a los Cardenales y no volver a elegir a un papá comunista.
Las baterías cargadas y luces led, son cosa de los “iluminatis”, que alguno hay…que tendrá que recordar lo que Jesús, que es la Luz del mundo, dice
” No os dejaré huérfanos. Volveré a vosotros” (Juan 14, 18)
Y así será.