Ángel Noguerol.- El Señor ha Resucitado en su Iglesia y se ha llevado al pobre papa. Rezaré por su alma como es mi obligación, era un hombre muy preocupado por las cuestiones inmanentes y un poco menos preocupado por las trascendentes según mi parecer. Dejamos el juicio a Jesucristo, que lo conoce todo y en profundidad. Simplemente rezaré por su alma y su salvación, ya que es una obra de misericordia rezar por los difuntos.

Si nos atenemos a los Evangelios, puede que lo tenga difícil, porque decía: “…a quien mucho se le confió, mucho se le exigirá ” (Lc 12, 48). No me gustaría estar en su lugar, somos tan pecadores que responder de tantas almas ante Jesucristo debe ser terrorífico. En fin, que descanse en paz y que Dios lo haya acogido confesado.

Ahora sólo pedir al Espíritu Santo que nos mande el papa que la Iglesia necesita en estos momentos.