El silencio cómplice de las feministas de izquierdas
LR.- Menos de cinco meses distan entre el «caso Errejón» y el «caso Monedero». Entre las dos fechas, el exministro socialista José Luis Ábalos salía con una prostituta que trabajaba en dos empresas públicas. Todos ellos han sucedido en la sombra, hasta que los medios de comunicación los destaparon, y bajo la connivencia de una izquierda que llegó para cambiarlo todo y que se abrazó a la bandera feminista como motor de propulsión en política.
El «caso Errejón» y el «caso Monedero» han colapsado a Sumar y a Podemos y han puesto en tela de juicio los lemas que empuñaron líderes de izquierda y tras el que miles de feministas se colocaron confiando en sus proclamas para luchar contra la lacra de la violencia machista. Del «hermana yo si te creo» al «se acabó». Consignas que se han quedado huérfanas de referentes de izquierdas.
División del feminismo
En tela de juicio también queda alguna de las principales organizaciones feministas de izquierdas de cara a elevar la voz este 8M contra la violencia sexual que esconden los partidos políticos. Silencio, hasta ahora, en la «Comisión 8M», afín a Podemos y que ha evitado condenar el «caso Monedero». En el manifiesto que leerá hoy en la manifestación por el Día Internacional de la Mujer, –claman por la justicia feminista, piden salir a las calles contra la LGTBIfobia, contra el racismo y el fascismo, entre otras reivindicaciones. Ni una palabra de condena ante el caso que afecta al cofundador de Podemos. Sí se posicionaron del lado de las víctimas cuando salió a la luz el «caso Errejón», con motivo del día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Bajo la pancarta de la «Comisión 8M» se situará el PSOE, Sumar y Podemos hoy en Madrid.
Sí se oirá un reproche contra la «extrema derecha» y la «izquierda cómplice», a cargo del Movimiento Feminista de Madrid, las feministas clásicas. Desde esta plataforma critican que las mujeres ya no están «seguras» en los espacios mixtos de militancia política y sindical porque «cada vez más hombres en posiciones de poder son denunciados por violencia sexual».
El daño político que estos casos han hecho a la izquierda todavía está por medirse. Si bien, tanto desde Podemos como desde Sumar reconocen que les pasará factura.
«Es evidente que cualquier situación de acoso, cualquier actitud o comportamiento machista nos hace daño a todas, nos hace daño también como sociedad», reconoció este lunes la portavoz de feminismos de Sumar, Amanda Andrades. En privado, voces de ambos partidos creen que esto «mina» la credibilidad de sus organizaciones. La reflexión general es que va a ser difícil de recuperar las banderas del feminismo que consiguieron liderar bajo el rechazo a la violencia contra la mujer o el alejamiento del machismo en las organizaciones políticas.











