La defensa del presunto conseguidor del ‘caso Koldo’, Víctor de Aldama, ha presentado este miércoles un escrito ante el Tribunal Supremo (TS) en el que asegura que “se tiene constancia de que determinadas constructoras suscribieron contratos de consultoría, para gestiones de obras adjudicadas en el extranjero, que encubrían comisiones por adjudicaciones de obra pública en España, con don Víctor Ábalos, hijo de don José Luis Ábalos”.

En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el empresario no aporta mayor detalle al respecto y solo vuelve hacer referencia a José Luis Ábalos por el piso ubicado en el Paseo de la Castellana de Madrid -valorado en 1,9 millones de euros- que habría pactado con el exministro de Transportes como “garantía” de los pagos que una serie de constructoras le harían en un futuro a cambio de contratos “preadjudicados” de obra pública.

El comisionista Víctor de Aldama pasea por las calles de Calatayud en pleno revuelo por el caso Koldo
Según indica, el hijo del exdirigente socialista a través de WhatsApp le “requirió varias veces información acerca de cómo se realizaría la transmisión del inmueble”.

De Aldama -que figura como investigado en el ‘caso Koldo’ y en una causa por presunto fraude de hidrocarburos- ha presentado este escrito al considerar que “tras la declaración judicial” que dio en la Audiencia Nacional “se hace preciso realizar alegaciones complementarias y aportar determinada documentación, sin perjuicio de analizar y poner en contexto la declaración, en relación con otros datos que ya se contienen en informes elaborados por la Unidad Central Operativa (UCO)”.

En este sentido, la defensa explica que las alegaciones que presenta “tratan de poner de manifiesto que ya a finales de 2018 y principios de 2019 las relaciones de don Víctor de Aldama y el Ministro Sr. Ábalos se fueron progresivamente estrechando”.

Subraya, además, que, “en el ámbito de la colaboración con la Administración de Justicia”, ve necesario “exponer el inicio” de las relaciones entabladas con Ábalos y con su exasesor ministerial Koldo García, así como demostrar “su evolución hacia el establecimiento de relaciones económicas de interés recíproco” que ahora se investigan en el Tribunal Supremo.

La defensa insiste en que en su WhatsApp hay comunicaciones “relevantes” para la causa que “corroborarán muchos de los extremos relatados por De Aldama en su declaración”. Avisa, sin embargo, que “resulta necesario poder acceder al terminal del teléfono intervenido” por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz en el marco de la investigación que dirige por presunto fraude de hidrocarburos.