No es la ultraderecha, son los agricultores
LR.- Conviene no perder de vista las declaraciones de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a cuenta de la revuelta de los agricultores porque resume en pocas palabras el imaginario cotidiano en el que se desenvuelve nuestro Gobierno. Sostiene la ministra que las protestas están impulsadas por la derecha y la ultraderecha, con mención expresa al Partido Popular, porque su intención última es derrocar a Pedro Sánchez. Y, como argumento de autoridad, aduce que no hay justificación alguna para atacar al Ejecutivo que más ha hecho por el campo y la agricultura en la historia reciente de España.
El corolario es conocido, por reiterado desde las portavocías gubernamentales: el Gobierno lo hace bien, luego si se le ataca es por razones espurias, emanadas de ese artefacto dialéctico que llaman la «fachoesfera» y nada más hay que explicar. Ciertamente, es un ejercicio de maniqueísmo, el «mejor gobierno de la democracia» acosado por «las malvadas derechas», pero que por su simplicidad funciona bien en los sectores que apoyan al Ejecutivo de coalición, ya sea para justificar la ley de amnistía, la liberación exprés de violadores, la caída del poder adquisitivo de los salarios, la subida de los alquileres, los reveses de los jueces o, como es el caso, las protestas de los campesinos.











