El hombre que olía las camisas (“Operación Carne Picada”)
Laureano Benitez.- Como diría aquél, la vida sigue igual, ya que en los brevísimos instantes que veo la televisión mientras cambio de mi canal documental a uno deportivo, sigo siendo machacado por anuncios feministoides, que publicitan una imagen masculina rayana en lo esperpéntico.
Me refiero a la enorme cantidad de publicidad dedicada a promocionar la imagen del hombre amo de su casa, enfrascado en anunciar detergentes, enfundado en los típicos delantales marujones, que causan pasmo y grima, a los que solo hace falta ponerle bigudíes para que la farsa sea de juzgado de guardia.
Ya que este chapapote feministo es francamente avasallador, podrían al menos guardar un poco las formas, actuar con más disimulo. para no caer en la chabacanería, en espectáculos cutres, que convierten a los hombres en arlequines rosicler —¡ay, sí!— listos para ser servidos como carnaza en espectáculos de orgullo gay.
Por ejemplo, hace poco vi un anuncio de dos hombres absortos en hacer su colada, de los cuales uno estaba enloquecido promocionando las virtudes de su detergente, mientras el otro, casi arrodillado en el suelo, olisqueaba con fruición y éxtasis el olor a limpio de una camisa, como si estuviera degustando una exquisita delicatessen.
El hombre que olía las camisas: éste podría ser el título de una novela no muy distópica, quizá un pelín negra, ganadora de un premio Pulitzer de esos por su gran servicio a la causa globalista… Incluso podría servir como título para una película oscarizable, ya que todos sabemos que la industria del cine es completamente agendista.
Vintage como soy a más no poder, recuerdo con nostalgia títulos que se refieren al hombre de manera muy distinta, pero que indudablemente promocionan una imagen del hombre mucho más tradicional, mucho más masculina: El hombre que mató a Liberty Valance, El hombre que susurraba los caballos, El hombre que ríe, El hombre que calculaba, Un hombre llamado Caballo, El hombre que pudo reinar, El hombre que sabía demasiado, El hombre que fue jueves,…. Pero posiblemente la película que más refleja la actual visión de la masculinidad es la que tiene por título “El hombre que nunca existió”, título de una novela y una película —cuya última versión he visto hace poco— sobre la rocambolesca historia del colosal trampantojo con el que los aliados engañaron a los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
Conocido como la “Operación carne picada” —“Mincemeat”—, consistió en que hicieron pasar el cadáver de un galés alcohólico ahogado por un espía que llevaba encima documentos comprometedores que informaban de un desembarco aliado en Grecia, cuando realmente iba a tener lugar en la isla de Cerdeña. El cadáver fue encontrado en la localidad onubense de Punta Umbría el 30 de abril de 1943, adonde fue llevado por un submarino. Los alemanes se tragaron aquel enorme sapo, y, como consecuencia, la guerra dio un giro muy importante a favor de los aliados.
Desde luego, no me digan que no es evidente el parecido entre el hombre que olisquea con delectación camisas recién lavadas y la carne picada. Por cierto, este anuncio me recuerda aquella escena de la película oscarizada “Brokeback Mountain” —que no vi, por supuesto—, donde un vaquero huele con nostalgia la camisa de su adorado camarada.
En fin, que hasta ahora el hombre ha existido, pero en estos tiempos de tantos olisqueadores de camisas, parece que la “Operación Carne Picada” vuelve a estar en auge.
Por cierto, ya que hablamos de “mountains”, todo empezó en los años 60, con la llamada “Iron Mountain”, conspiración urdida por el siniestro Instituto Tavistock, creador de las estrategias MK-ULTRA, uno de cuyos ejes era la creación del hombre metrosexual: es decir, el olisqueador de camisas, más o menos… que después se abisma en la cocina a guisar un delicioso plato de carne picada, claro está.
Canal de Telegram: https://t.me/laureanobeni
Canal de Youtube: https://www.youtube.com/@grandecaballero
Sicilia, no Cerdeña.
Es normal que hagan ese tipo de anuncios, ya hay (entre los que me incluyo) muchos hombres viviendo solos, y cocinan, hacen limpieza y todas las tareas domesticas, ya dejo de ser un coto pa las féminas desde hace mucho tiempo.
La televisión debería estar proscrita de los hogares sanos, por salud mental e ideológica…
El siguiente paso es la PEDERASTIA + PEDOFILIA y cuando eso se logré sigue la BESTIALIDAD lo que sucede en DINAMARCA desde hace tiempo atrás donde según dicen hay prostitución y explotación sexual de ANIMALES sujetos que deberían estar en el infierno vienen a pagar por tener relaciones sexuales con ANIMALES y todo mundo lo sabe y todo mundo lo calla en este país que se las da de faro moral y decencia pero que tiene sus mierdas bajo la alfombra bien tapadas
Su misiva, normalizar lo que hace 30 años era una rara avis. Dentro de poco les queda otro escollo: Normalizar lo que ahora es un delito en cuanto relaciones humanas se refiere…Y hasta ahí puedo leer. Espero que pronto el de arriba deje de mirar para otro lado, salvo que su misión sea la de aniquilar al ser humano…
Muy buen artículo Don Laureano…. y me ha dado fuerza para decir: Soberano es cosa de hombres…. entre tanto olisqueador de camisas…booohhh
Administrador: Sus diatribas criminales, junto a su IP y otros localizadores, serán remitidos por nuestra asesoría jurídica (Estanislao de Kostka) a la unidad de delitos telemáticos de la Guardia Civil.