La doble moral de las referentes del feminismo de salón tan alejado de la causa y las urgencias de las mujeres
LR.- Rubiales accedió a la poltrona con la promesa de la regeneración de los tiempos sombríos de Villar y lo suyo ha sido lo más parecido a un punto y seguido con toda la parafernalia, palabrería y afecto mediático que se ha labrado con sagacidad para envolver su mercancía en papel de regalo.
Todo ese blindaje ha contado con complicidades críticas, pero ninguna tan relevante como la del Gobierno de Pedro Sánchez y de la izquierda en el poder. Como hombre afín y cercano a ese progresismo patrio, Rubiales ha podido hacer y deshacer con la cobertura absoluta de la administración de turno.
En realidad, su conducta en la final del Mundial de fútbol femenino hubiera sido imposible sin la protección que Moncloa ha brindado a sus correrías durante todos estos años, y que le ha permitido llegar al día de hoy. Pero que Rubiales sea lo que es, y ni se acerque al perfil de ejemplaridad que el primer mandatario del fútbol español debe reunir, no empece que demos por buena la hipocresía galopante de los ministros y aliados y la obscena instrumentalización política de desafueros ética y estéticamente intolerables.
Que Montero, Belarra y Díaz, culpables de haber beneficiado a más mil violadores a cuyas víctimas despreciaron, corran con la antorcha para prender la hoguera inquisitorial por el beso a Jennifer Hermoso define la talla moral de unas políticas dispuestas a todo para alcanzar sus metas personales. Las víctimas no importaron antes ni tampoco ahora si no sirven a sus intereses.
Además de la doble moral de estas referentes del feminismo de salón tan alejado de la causa y las urgencias de las mujeres, nos debería alarmar como sociedad la conducta incivil y dantesca de unos responsables políticos, muchos miembros del Gobierno y de otras instituciones, con su aliento al linchamiento como método de ajusticiar, sin atención a procedimientos, normas y derechos.
La pulsión despótica que rezuma la izquierda en el poder, su afán por ser juez, jurado y verdugo, supone ya un patrón de conducta que asusta. Rubiales se irá, porque le sobran deméritos, mientras al fútbol español le urge orden, responsabilidad y sentido común.












Es mejor tener un enemigo honrado que un falso amigo . El “feminismo” actual es el más falso ‘amigo” que pueden tener las mujeres.
Estamos ante las puertas de tener dos estados diferentes uno de mujeres y otro de basura según las tendencias sociológicas o de hombres igual da este matiz decir hombre basura , incluso parece aceptado bien visto, colegios para mujeres hospitales para mujeres empresas de mujeres así todo , como parece complicado es más efectivo esclavizar al hombre, algunos hombres con poder otros con armas para someter al hombre no televisivo estos pertenecen al poder, tienen contradicciones como hombre blanco heterogéneo descuartiza a HOMo , lgtbi no dice nada por aquello de la ceja , puede ser o no , quien… Leer más »
‘¿Feminismo…”de salón” ? ¿En serio?