Operación bikini: el secreto para perder peso sin sufrir en el intento
Ante la inminente llegada del verano y las ganas de ir a la playa, muchas mujeres inician también una nueva misión: la operación bikini. Y ante ella, también comienza el quebradero de cabeza de cómo perder peso sin someterse a dietas estrictas y desagradables, sin sudar la gota gorda en el gimnasio o al menos, cómo perder peso sin recuperarlo unos pocos meses después. Y es que probablemente si te esfuerzas lo suficiente y te torturas con un par de meses con anterioridad, seguro llegarás a los meses más calurosos del año con un fisicazo. Pero también es probable que con un pequeño descuido la báscula vuelva a subir.
¿Por qué es tan difícil mantener el peso perdido?
Aunque pueda llegar a ser muy frustrante, en la mayoría de casos no es tu culpa, simplemente se debe a que tu organismo no se termina de adaptar al proceso. Para entender esto es necesario ponerse un poco técnicos. Cuando nos sometemos a un régimen alimenticio con el objetivo de perder peso, el metabolismo tiende a ralentizarse un poco como un mecanismo compensatorio para utilizar menos energía. Sin embargo, después de suspender la dieta volvemos a consumir más calorías de las que necesitamos y esto, sumado a un metabolismo lento, es la ecuación perfecta para comenzar –una vez más– a almacenar grasa. De igual forma, al limitar el exceso de calorías también se producen menos hormonas tiroideas, por lo que otras hormonas como la insulina o la grelina toman un mayor protagonismo, esta última es la encargada de estimular el apetito.
¿Cuál es la forma adecuada de evitar el efecto rebote?
Si bien muchos dirán que la forma adecuada es vivir el resto de nuestras vidas con dietas estrictas y ejercicio constante, de hecho hay una forma más fácil, la Semaglutida, un fármaco reciente que ha revolucionado el mundo de la nutrición. Esta es la versión sintética de una hormona que naturalmente se encuentra en nuestro organismo, la cuál actúa de forma directa sobre algunas zonas del cerebro y el intestino que se encargan de regular el apetito. De esta forma se intenta producir la sensación de saciedad, sin necesidad de someterse a ningún tipo de intervención quirúrgica, simplemente con el consumo de pastillas adelgazantes.
¿Vale la pena utilizar semaglutida para perder peso?
Realmente no es la primera vez en la historia de la medicina que se intenta crear un medicamento para tratar la obesidad, sin embargo, hasta la fecha sí es el primero que ha conseguido resultados tan efectivos sin producir efectos no deseados en la salud de los pacientes. De hecho, la semaglutida se ha comenzado a usar como un tratamiento para la diabetes tipo 2 en los Estados Unidos, logrando resultados muy positivos en los estudios a los que se ha sometido.
De acuerdo con los últimos informes científicos que se han realizado en el país norteamericano, los sujetos a los que se le suministró este tratamiento lograron perder hasta más del 15% de su peso corporal. Para entender rápidamente lo que esto implica, un paciente de 70 kg podría haber perdido 10,5 kg, mientras que un paciente de 100 kg fácilmente habría perdido más de 15 kg.
¿Son seguros los medicamentos para perder peso?
Probablemente al pensar en medicamentos para adelgazar sientas veas esta idea con un poco de recelo, especialmente después de saber de la existencia de algunos productos con publicidad engañosa como Reduslim, que supuestamente ayuda a quemar más calorías de lo habitual, aunque versiones posteriores funcionaban más bien como un medicamento para producir la sensación de saciedad. Y aunque a priori todos sus ingredientes parecían resultar útiles, la fórmula cambió en varias ocasiones. Y por si fuese poco, Alberto Chicote, Carlota Corredera y Tania Llasera, grandes figuras mediáticas españolas, denunciaron que sus imágenes estaban siendo utilizadas sin su consentimiento para promocionar este producto, por lo que después de conocer todas estas alertas, queda claro que no se trata de un medicamento confiable.Sin embargo, no podemos mantener prejuicios hacia productos futuros, pero ante la desconfianza, siempre podemos valernos de webs que se dediquen a las comparativas entre suplementos, productos para perder peso, medicamentos y más. De esta forma podremos conocer la opinión de otros usuarios y así tomar la decisión de darle una oportunidad o quizá no.
Conclusión
Gracias a la semaglutida ahora es posible ver con desde una perspectiva diferente la obesidad, siendo esta un proceso fisiológico y no un defecto moral. Frecuentemente los profesionales de la salud afirman que la obesidad es la única enfermedad en la que el paciente debe tratarse a sí mismo, pero gracias al éxito medible de este médicamente, es posible dejar de ver a la obesidad con el convencionalismo fracaso personal.Si ya lo has intentado todo y sigues sintiendo que tu cuerpo no se termina de adaptar al cambio, sufres constantemente del efecto yoyó y deseas bajar algunos kilos extra, sin duda eres un excelente candidato a probar este medicamento. Y si deseas una seguridad extra, puedes comenzar a utilizar semaglutida bajo la supervisión de un médico y así minimizar cualquier riesgo que aún no se haya descubierto, en caso de existir.











