Begoña Villacís.

El PP se lanza a la caza de segundos espadas de Ciudadanos en los distintos territorios tras la fallida incorporación de la vicealcaldesa madrileña Begoña Villacís. El partido de Alberto Núñéz Feijóo pretende incorporar a sus filas a 167 cargos que, sostienen en Génova, han abandonado las siglas de la formación naranja para enrolarse en las del PP en los últimos meses.

Algún ejemplo de esta OPA hostil para absorber a decenas de cargos intermedios de los liberales son el fichaje por los populares valencianos de la que fuese portavoz de Cs en la región, Ruth Merino; o el anuncio en Andalucía por parte de Raúl Caro-Accino -alcalde de Linares con Cs hasta que fue desbancado por una moción de censura el pasado julio- de que se presentará a las elecciones municipales del 28 de mayo como número dos del PP en este municipio.

Todo ello tras el terremoto protagonizado por Villacís, quien el pasado miércoles anunció que permanecerá en la formación naranja y que se presentará a las primarias para luchar por la Alcaldía de Madrid el próximo 28 de mayo.

En entredicho

El propio PP a nivel nacional parece haber capitalizado el fichaje de la vicealcaldesa madrileña sin necesidad si quiera de que este se haya producido. El coqueteo de Villacís con los de Feijóo ha erigido a los populares, más aún si cabe, en la «casa común del centro derecha» a la que tantas veces han aludido en Génova desde que Ciudadanos comenzó su descenso a los infiernos tras la debacle en las elecciones generales de 2019.

La credibilidad de la vicealdesa Villacís, por su parte, ha quedado en entredicho, al igual que la autoridad de una dirección, la de Ciudadanos, que ni siquiera lleva un mes en el cargo tras las primarias celebradas en enero y que culminaron el proceso de refundación del que, precisamente, la dirigente liberal fue una de las defensores de la candidatura apoyada por Inés Arrimadas.