AD.- La Oficina por la No Discriminación (OND) ha denunciado la concentración que convocó la plataforma patriótica “Somatemps” el Día de la Hispanidad ante el monumento de Cristóbal Colón de Barcelona. Entre otros hechos, denuncia como decisivo el discurso que pronunció el P. Custodio Ballester que, según los censores municipales, contiene “mensajes discriminatorios y que promueven la violencia”. La Oficina del Ayuntamiento de Barcelona considera que “los hechos presuntamente delictivos afectan a los intereses de la ciudad”, que sólo pueden representar ellos, como es lógico.

Así pues, una de las claves de la denuncia es el discurso del P. Custodio Ballester. El legajo presentado al fiscal de Odio, Miguel Ángel Aguilar, recoge un fragmento del discurso del sacerdote: “Nuestros gobernantes nos torturan con la ideología de género, para pervertir y arrancar la inocencia de nuestros hijos, destruyendo su propia naturaleza masculina y femenina, para cambiarles de sexo impunemente y legalizar la pedofilia”. Marc Serra Solé, del partido de Ada Colau, Barcelona en Comú, concejal de Derechos de Ciudadanía y Participación, ha hecho un hilo de tuits asegurando, con tono de infalibilidad pontificia, que la “fecha no puede ser la excusa” y que “la apología del franquismo y el nazismo es incompatible con la democracia”.

El concejal Marc Serra

En fin, que para este individuo todo aquel que ose llevar la contraria al discurso del que detenta el poder -“Barcelona en Comú” en este caso- se convierte en nazi, franquista, odiador y debe ser empurado por la Fiscalía de Odio, que para eso está, según él: para acallar la disidencia.

Padre Custodio.

En la denuncia que Marc Serra presenta, suponemos que para justificar su abultado sueldo como concejal y miembro de la Diputación Provincial, se cuida mucho de reseñar que el P. Custodio empezó su intervención diciendo: “Cuando George Orwell -experto conocedor del totalitarismo social-comunista- escribió su novela 1984, tal vez no sabía hasta qué punto y con qué rapidez se cumplirían sus profecías. En esta obra muestra cómo el político tortura al protagonista mientras le dice: “No quiero que me obedezcas. ¡Lo que quiero es que pienses como yo!” Y es verdad. Si todos pensáramos como los canallas que nos gobiernan, no haría falta la coacción de los mossos que se infiltran entre nosotros y espían nuestra libertad para empapelarnos en la Fiscalía del Odio. Si pensásemos como ellos, no estaríamos aquí esta mañana para agradecer a la Santísima Virgen del Pilar ese don magnífico, que nos ganó su hijo Jesucristo al precio de su sangre derramada en la cruz: el don de la libertad de los hijos de Dios, que no tiene como referencia los dictados del poder, sino el Bien y la Verdad”.

Está claro que Orwell tenía razón. El concejal Marc Serra se la ha dado.