Cuando las ratas abandonan el barco…
Podría verse como una bendición cuando los busca sillas, los mercenarios de la política, dimiten por propia iniciativa de sus cargos, pero jamás un trepa deja su cargo si no tiene más que claro que el proyecto está más que hundido. Tenemos frescos los ejemplos de la dimisiones previas a las elecciones andaluzas en el seno de Ciudadanos. Cuando las ratas abandonaron el barco en masa a sabiendas del desastre electoral…
En Vox Málaga no van a esperar a mayo del 23 para saltar por la borda, que siendo realistas, en 10 meses tienen tiempo para ofrecerse a otro postor.
Si no fuese porque, como miles de personas, deposité mi ilusión y mis esperanzas en Vox, el devenir de los acontecimientos en la gestora de Málaga me produciría una enorme hilaridad; sin embargo, ver cómo un proyecto precioso e ilusionante se desmorona con la pasividad, sino con la indiferencia de la dirección nacional, a cualquier persona comprometida con España lo único que le puede causar es pena.
La dimisión en bloque de los servicios jurídicos de Vox Málaga, dimisión que no pilla por sorpresa a nadie, puede suponer la puntilla final a una gestora en coma inducido.
Tampoco extraña a nadie que quien en su día abandonó Ciudadanos en Marbella, mendigando un puesto en Vox, ahora abandone el barco al ver el agua por encima de la línea de flotación.
Esa es, fue y será, sino ponen desde Madrid remedio, la gran desgracia de Vox: crecer de manera impresionante a costa de llenarse el partido de falsos patriotas y de busca sillas profesionales.
Y mientras la tragedia se masca en el ambiente, Bambú de vacaciones, que con las temperaturas que sufrimos y los sueldos que tienen, es lo que les pega, demostrando ser lo que son: flor de un verano.
*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.











