Con el estallido de la guerra de Ucrania en febrero pasado, hablar de armas nucleares letales y su impacto en los humanos se ha vuelto casi diario, sin que muchos sepan que la amenaza nuclear no es la peor pesadilla del actual conflicto mundial causado por la guerra rusa-ucraniana, ya que existen otras armas mucho mas destructivas que permanecen en secreto.

Los países del club nuclear han venido desarrollando armas atómicas con el fin de controlar geográficamente el alcance de su impacto, para utilizarlas estratégicamente al servicio de sus objetivos, desarrollaron bombas tácticas de medio y limitado efecto, lo que las hace menos peligrosas que otras, armas capaces de acabar con la humanidad si se sale de control.

Más peligroso que la bomba H (Hidrógeno)

La bomba de hidrógeno sigue siendo la más letal de todas las armas de destrucción masiva, pero las armas biológicas pueden hacer el trabajo liberando sustancias tóxicas e infecciosas para inhabilitar o matar, con el potencial de causar el mayor daño posible, incluso mayores que la bomba de hidrogeno (la Bomba -H).

Con un diseño adecuado, los patógenos pueden propagarse rápidamente contra una población objetivo, mientras que los agresores pueden crear vacunas para brindar inmunidad a su propia población, según explicó la web Army Technology.

Durante la segunda Guerra Mundial los aliados llegaron a producir grandes cantidades de ántrax para fabricar bombas ante el temor de un ataque biológico de Alemania. Se construyeron instalaciones para producir ántrax en masa, pero las esporas nunca se diseminaron.

Un ántrax es una protuberancia o masa inflamada debajo de la piel, que puede ser del tamaño de una arveja o tan grande como una pelota de golf. El ántrax puede estar rojo e irritado y podría doler al tocarlo. Los síntomas del ántrax incluyen ampollas y llagas que pican, fiebre e hinchazón. Si se inhala, hará que la víctima tosa sangre y luego desarrolle meningitis, así como inflamación del cerebro y la médula espinal, lo que puede poner en peligro su vida.

Gas letal

Las armas químicas causan muchas menos muertes que las bombas nucleares y de hidrógeno, pero pueden causar graves efectos psicológicos y físicos. Se cree que Novichok es una de las armas químicas más tóxicas jamás conocidas y fue desarrollada en la Rusia soviética, según Reuters.

Novichok, que significa en ruso “recién llegado”, se usa para atacar los nervios con agentes altamente tóxicos y se cree que es ocho veces más letal que el agente nervioso VX desarrollado para las guerras, aunque no se conocía su uso hasta 2018.

Gas VX

Desarrollado en el Reino Unido a principios de la década de 1950, el VX es un gas estable, por lo que una vez liberado, se vaporiza lentamente y puede durar días o incluso meses en condiciones de frío. El VX es una sustancia extremadamente tóxica empleada como arma química y clasificada como agente nervioso.

El vapor es más pesado que el aire; puede acumularse en las depresiones del terreno, lo que lo convierte en un arma de acción rápida y provoca síntomas unos segundos después de la infección.

El factor VX bloquea una enzima en el cuerpo, lo que hace que las moléculas estimulen constantemente los músculos y, cuando tienen espasmos, se cansan y causan la muerte por asfixia o insuficiencia cardíaca.

A causa de su durabilidad, el VX sigue teniendo en nuestros días una posible importancia militar, para las llamadas armas de veda de zonas: una amplia área contaminada con VX es un obstáculo muy considerable para el avance de un ejército, ya que protegerse de él y limpiarlo presentan muchas dificultades.

Las bombas termobáricas o de vacío?

Es un arma termobárica controvertida porque es más destructiva que los explosivos de un tamaño similar y tiene un efecto terrible en cualquiera que caiga dentro del radio de la explosión, según un análisis de BBC.

La bomba termobárica o de vacío es una munición de dos etapas. En la primera, la detonación a una altura predeterminada distribuye un aerosol compuesto por un combustible con base de carbono y partículas de metal, y se mezcla con el oxígeno atmosférico. Esta fase, es una preparación para que la segunda tenga el mayor efecto posible.

La segunda carga enciende esa nube, creando una bola de fuego, una enorme onda expansiva y un vacío a medida que absorbe todo el oxígeno circundante. Su alcance es mucho mayor que el de explosivo convencional y es capaz de vaporizar todo lo que encuentre a su paso. Arrasa con edificios, equipos no reforzados y su gran poder ofensivo, es que es capaz de destruir búnkeres y posiciones de defensa subterráneas lo que la convierte en un arma muy poderoso para destruir cuevas y pasadizos y túneles subterráneos.

Las bombas de vacío las comenzó a utilizar EE.UU en la guerra de Vietnam. Desde 1960 se han utilizado tanto por fuerzas de occidente como por Rusia. Expertos señalan que Moscú ya las ha empleado en la región del Donbas desde 2014. A final de siglo XX también las utilizaron en Chechenia. Estados Unidos, por su parte, ha empleado este armamento en Afganistán.

Esta arma es tan letal que puede destruir edificios e instalaciones fortificadas.