Smedley Darlington Butler, general del Cuerpo de Marines de EEUU: “La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera”
El general Smedley Darlington Butler (West Chester, Pensilvania, 30 de julio de 1881, Filadelfia, Pensilvania, 21 de junio de 1940) fue el más joven capitán y el militar más condecorado en la historia de los Estados Unidos. Destacado oficial de la historia del Cuerpo de Marines, y uno de los dos únicos Marines en recibir por heroísmo en combate dos Medallas de Honor, la más alta condecoración de su país. Fue hasta su muerte en 1940, el oficial más popular entre las tropas.
Después de retirarse del Cuerpo de Marines, en 1935 escribió el discurso War is a racket (en español La guerra es un latrocinio o La guerra es una estafa), en el que denuncia el uso de las fuerzas armadas de los Estados Unidos para el beneficio de Wall Street. En el discurso detalla como Estados Unidos intervino militarmente en Latinoamérica para beneficio de las grandes compañías estadounidenses, pasando el costo de la guerra finalmente a los ciudadanos estadounidenses. La intervención norteamericana en el conflicto de Ucrania devuelve vigencia al texto del general Butler, que reproducimos:
“He servido durante 30 años y cuatro meses en las unidades más combativas de las fuerzas armadas estadounidenses: en la infantería de marina. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios del Wall Street y sus banqueros. En una palabra, he sido un pandillero al servicio del capitalismo. De tal manera, en 1914 afirmé la seguridad de los intereses petroleros en México, Tampico en particular. Contribuí a transformar a Cuba en un país donde la gente del National City Bank podía birlar tranquilamente los beneficios. Participé en la “limpieza” de Nicaragua, de 1902 a 1912, por cuenta de la firma bancaria internacional Brown Brothers Harriman. En 1916, por cuenta de los grandes azucareros norteamericanos, aporté a la República Dominicana la “civilización”. En 1923 ”enderecé” los asuntos en Honduras en interés de las compañías fruteras norteamericanas. En 1927, en China, afiancé los intereses de la Standard Oil.
Nos ha ido bastante bien con Luisiana, Florida, Texas, Hawái y California y el Tío Sam puede tragarse a México y Centroamérica, con Cuba y las islas de las Indias Occidentales como postres y sin intoxicarse.
Fui premiado con honores, medallas y ascensos. Pero cuando miro hacia atrás, considero que podría haber dado algunas sugerencias a Al Capone. Él, como gánster, operó en tres distritos de una ciudad. Yo, como marine, actué en tres continentes. El problema es que cuando el dólar estadounidense gana apenas el seis por ciento, aquí se ponen impacientes y van al extranjero para ganarse el ciento por ciento. La bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera”.
La historia nunca cambia, solo lo parece. La naturaleza humana siempre es la misma y por eso lo unico que ha variado en estos ultimos cien siglos ha sido el atuendo, el resto es una rueda que gira en circulos, en perpetuo movimiento, siempre con un cacique dandole cuerda al invento para que no se pare. Si la cuerda no es suficiente se le dan fusiles al invento y esto ya nunca falla. En algun momento relativamente reciente el cacique tuvo una idea genial por los cojones y quiso trascender a la muerte, escapar de ella de alguna forma, asi… Leer más »
España ni eso, son mercenarios, van donde quien paga manda. Están más acabados que nunca, y el que se queja (y tiene huevos de hacerlo antes de ir a la reserva) pues se autoejecuta. Es una empresa sin más y les gusta el dinero como al cualquier otro.
Nueva manada violan a blanquita en Bilbao, feministas callan como putas
https://www.elcorreo.com/bizkaia/investigan-agresion-sexual-20220401211037-nt.html
A ver si luego vienes tambien la semana que viene cuando se publique que era mentira lo de la violacion y nos dejas el enlace, que la segunda noticia siempre la publican corta y confusa y unicamente en algun periodicucho residual provincial de la ciudad donde ocurrieron los hechos, no como las noticias de las denuncias falsas, que dan la vuelta al mundo.