Un miliciano de Azov con un rifle Tavor

CPV.- Activistas de derechos humanos solicitan al tribunal que cese las exportaciones de armas israelíes a Ucrania, ya que algunas de estas armas llegan a elementos neonazis de las fuerzas de seguridad de Ucrania.

Un grupo de más de 40 activistas de derechos humanos ha presentado una petición ante el Tribunal Superior de Justicia, exigiendo el cese de las exportaciones de armas israelíes a Ucrania.

Argumentan que estas armas sirven a las fuerzas que defienden abiertamente una ideología neonazi y citan pruebas de que la milicia de derecha Azov, cuyos miembros forman parte de las fuerzas armadas de Ucrania y cuentan con el apoyo del Ministerio del Interior del país, está utilizando estas armas.

Un llamamiento anterior al Ministerio de Defensa no obtuvo respuesta.

Las consideraciones del ministerio al otorgar licencias de exportación de armamentos no se divulgan al público, pero parece que la aparición de armas israelíes en manos de neonazis declarados debería ser una consideración utilizada para oponerse a la concesión de dicha licencia. Sin embargo, esta no es la primera vez que el establecimiento de defensa está armando fuerzas que adoptan una ideología nacionalsocialista.

En el pasado, Israel ha armado regímenes antisemitas, como el régimen de generales en Argentina, que asesinó a miles de judíos en campos mientras sus soldados permanecían en torres de vigilancia vigilando a los prisioneros secuestrados con sus metralletas Uzi.

Según una petición de libertad de información al Ministerio de Defensa de Israel de enero pasado ( hebreo: lea en su totalidad aquí ), Israel también armó a los regímenes militares de Bolivia, sabiendo que el criminal de guerra nazi Klaus Barbie era parte del régimen. Los documentos legales utilizados para condenar al jefe de la junta también mostraron que los escuadrones de la muerte de Barbie utilizaron Uzis israelíes.

En el caso de Ucrania , las fuerzas que utilizan armas israelíes manifiestan abiertamente su apoyo a las ideas racistas y antisemitas en varias publicaciones.

La milicia de Azov se estableció en Ucrania tras la invasión rusa de la península de Crimea en 2014. Los emblemas de la milicia son conocidos nacionalsocialistas. Sus miembros utilizan el saludo nazi y portan esvásticas e insignias de las SS. Además, algunos de ellos admiten abiertamente que tienen sentimientos neonazis y que niegan el Holocausto. Un miembro de la milicia dijo en una entrevista que estaba luchando contra Rusia desde que Putin era judío. Un sargento de Azov dijo que era nacionalsocialista, aunque no estaba a favor del genocidio, y mientras las minorías en Ucrania no exigieran derechos especiales, no tendría ningún problema con ellas.

El fundador de la milicia, Andriy Biletsky, quien ahora es miembro del parlamento de Ucrania, anteriormente encabezó un grupo neonazi llamado Patriota de Ucrania, ahora desaparecido. Sus miembros constituyen el núcleo fundacional de Azov.

“La misión histórica de nuestra nación en este momento crítico es liderar la marcha final de la raza blanca hacia su supervivencia”, ha dicho Biletsky.

Junto con el poder creciente de Azov, que tiene más de 3.000 miembros, hay un aumento de los incidentes antisemitas y los ataques contra las minorías de Ucrania. Los grupos neonazis han atacado a judíos y sitios conmemorativos judíos en toda Ucrania, así como a periodistas, romaníes y miembros de la comunidad LGBT.

Un miembro del parlamento declaró, en respuesta a una pregunta sobre el “problema judío” del país, que “en el gobierno hay sangre no ucraniana, esto debe abordarse”. En mayo pasado, grupos de derecha marcharon por Odessa, sus líderes afirmaron que la ciudad pertenece a los ucranianos, no a los judíos, y que se desharían de estos últimos.

Todo esto sucede cuando la administración ucraniana intenta negar el papel del país en el Holocausto, tal como sucede en Polonia (ahora con el apoyo del gobierno de Netanyahu).

Estos intentos incluyen la reescritura de la historia de la Segunda Guerra Mundial y la glorificación de los soldados de Ucrania, el uso de legislación y varias publicaciones, así como la invención de historias sobre judíos que fueron aliados de las fuerzas nacionales ucranianas durante la guerra, cuando en realidad los judíos tenían que ocultar su identidad.

En 2015, el Museo del Holocausto en Washington denunció la legislación ucraniana que pretendía evitar las críticas a la colaboración con los nazis.

El Centro Simon Wiesenthal y el Congreso Judío Mundial condenaron la decisión de nombrar los bulevares centrales de Kiev en honor a los colaboradores nazis. Si eso no fuera suficiente, en abril pasado hubo una marcha en honor a las unidades ucranianas de las Waffen SS que masacraron a miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial. En junio, el fiscal militar jefe de Ucrania, Anatoli Matios, dijo en una entrevista que los judíos quieren “ahogar a los eslavos en sangre”.

Desde la primavera de 2015, los miembros de la milicia de Azov forman parte de las fuerzas de seguridad regulares en Ucrania, una parte de la Guardia Nacional que depende del Ministerio del Interior del país. La milicia alienta a los miembros y simpatizantes a alistarse en el ejército. Sin embargo, la milicia se mantiene como una organización separada.

En diciembre de 2016, el ministro de asuntos internos de Ucrania, Arsen Avakov, considerado patrocinador de Azov y candidato a primer ministro, se reunió con una delegación de la Knesset encabezada por el diputado David Amsalem, en una visita oficial a Ucrania.

Avakov también se reunió con Arye Dery, el ministro del Interior. Avakov nombró a Vadym Troyan, un alto comandante de Azov, como jefe de la fuerza policial de Kiev. A otro fundador de la milicia se le asignó un puesto policial superior diferente. Estos lazos se formaron cuando Avakov era gobernador regional, cooperando con las fuerzas neonazis del Patriota de Ucrania, el precursor de Azov.

El pasado mes de enero, el Congreso estadounidense prohibió cualquier apoyo a las milicias ucranianas. Dado que el Ministerio de Defensa de Israel no divulga ninguna información sobre exportaciones de armas, particularmente a Ucrania, por temor a la ira rusa, es difícil evaluar el alcance de los lazos con Kiev, pero ciertamente existen.

La petición, presentada por el abogado Itay Mack, contiene abundante evidencia que muestra el armamento del régimen ucraniano y sus fuerzas de Azov.

Así, por ejemplo, se ha visto a soldados ucranianos portando rifles Tavor de fabricación israelí en desfiles militares en Kiev. En febrero de 2016 se reveló que Elbit Systems formará parte de un grupo que invertirá en el establecimiento de defensa de Ucrania.

En abril de 2016, el jefe de la fuerza aérea de Ucrania se reunió con un representante de una empresa de defensa israelí para discutir la mejora de los sistemas de comunicaciones en los aviones de combate y helicópteros de ese país. La empresa ucraniana “Fort” obtuvo la aprobación de Israel para fabricar rifles Tavor, Negev y Galil.

En la ciudad de Dnepropetrovsk, en el este de Ucrania, hay una escuela de entrenamiento militar. Su sitio web indica que allí se brinda capacitación a ex oficiales de las FDI y que sus instructores fueron capacitados por israelíes.

El sitio web tiene una foto de una práctica de tiro con un rifle Tavor. Señala que la escuela entrena unidades de la Guardia Nacional, entre cuyos miembros se encuentran milicianos de Azov.

En mayo de 2017, el primer ministro de Ucrania, Volodymyr Groysman, visitó Israel y se reunió con el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, para hablar sobre el armamento de las fuerzas militares de Ucrania.

En diciembre de ese año, los medios ucranianos entrevistaron a un hombre que afirmaba ser un ex oficial de las FDI y dijo que había participado en batallas en el este de Ucrania, donde instruía a los soldados. El sitio web de Azov también muestra a miembros de la milicia usando rifles Tavor.

Todo esto es una prueba inequívoca de que Israel está exportando armas a Ucrania, sabiendo que llegan a las milicias de derecha, algunos de los cuales son neonazis declarados que cuentan con el apoyo de las autoridades.

El Ministerio de Defensa, como es su costumbre, se niega a abordar este tema, respondiendo solo en generalidades sin detallar las consideraciones que subyacen a sus decisiones de aprobación de exportaciones de armas. Parece que en este caso el público merece una respuesta más detallada, al igual que los judíos ucranianos que supuestamente el gobierno israelí afirma proteger.

Incluso si estas armas están actualmente dirigidas a los rusos, se debe tener en cuenta la posibilidad razonable de que en el futuro se utilicen para lograr otros objetivos, quizás dirigidos a grupos minoritarios en el país. Entonces será demasiado tarde para detener la colaboración del establecimiento israelí con el asesinato de judíos y otros. Este será un capítulo más en la lúgubre historia del uso de armas de fuego israelíes en actos como estos.