Estos son los mayores peligros para tu vista
En lo que a la vista se refiere, hay problemas que pueden afectarnos y que son pasajeros y/o revisten poca gravedad e, incluso, tienen fácil solución. Otros, en cambio, pueden llevarnos a la pérdida completa de la visión. Por ello, cuanta más información tengamos sobre los mayores problemas que pueden perjudicar a la salud ocular, más posibilidades tendremos de evitar daños severos que, en muchos casos, son prevenibles con los medios actuales.
Principales riesgos para la vista
Veamos cuáles son las principales enfermedades que pueden amenazar la visión.
Glaucoma
Se trata de la segunda causa de ceguera a nivel mundial y, en nuestro país, sufren glaucoma más de un millón de personas.
Quien lo padece va perdiendo progresivamente su campo visual, debido a que el nervio óptico se ve dañado de manera paulatina e irremediable. En las primeras etapas, el glaucoma perjudica a la visión periférica y no se suele notar, pero, a medida que avanza, afecta también a la visión central y se hace más evidente.
Al ser un problema irreversible en el que no hay marcha atrás, toma mucha importancia acudir con regularidad a un profesional de la oftalmología para su detección temprana.
Queratocono
Poco se habla del queratocono para el riesgo que esta enfermedad conlleva. De hecho, es la principal causa de trasplante de córnea entre jóvenes, ya que suele tener su inicio en la pubertad y la mayoría de personas en las que evoluciona tienen entre 20 y 30 años.
Se produce por la alteración de las fibras de colágeno que forman la zona más gruesa de la córnea, conocida como estroma, lo que provoca la deformación de la superficie ocular. Uno de sus síntomas característicos es el aumento brusco del astigmatismo.
El queratocono no siempre requiere operarse, pero cuando así ocurre es conveniente actuar a tiempo para evitar que la pérdida de visión sea muy grande y se pueda optar por otras opciones que no sean el trasplante de córnea.
Cataratas
La patología de la vista que se opera con mayor frecuencia es la catarata, que hoy en día podemos solucionar de forma muy eficaz con cirugía. Si se demora la operación, la pérdida de visión puede seguir avanzando y limitando de forma muy importante la vida del paciente.
El cristalino de la persona que padece cataratas se vuelve opaco, es decir, pierde esa transparencia necesaria para percibir con claridad y, por ello, se ve borroso, los colores pierden su intensidad, existe sensibilidad a la luz, etc.
DMAE (Degeneración Macular Asociada a la Edad)
Esta enfermedad afecta a la zona central de la retina (mácula), donde se hallan las células del ojo sensibles a la luz y donde la agudeza visual es más precisa. Es una afección degenerativa, principal causante de ceguera en personas mayores de 60 años en nuestro entorno.
Se puede dar de dos formas: la DMAE seca, que es la más común y progresa de manera más lenta, y la DMAE húmeda, que provoca una pérdida de visión más rápida y agresiva. El primer tipo no tiene tratamiento, pero el segundo sí, mediante fármacos que actúan directamente sobre el ojo. El oftalmólogo es el encargado de indicar la pauta de la medicación, así como de administrarla periódicamente en la clínica.
Desprendimiento de retina
Una de las enfermedades oculares que puede amenazar la visión y que requiere tratarse de forma urgente es el desprendimiento de retina. No duele, pero empezar a ver moscas volantes o puntos negros que se mueven, destellos o flashes de luz y, en una etapa más avanzada, una cortina negra delante del ojo, son señales de alarma. Intervenir a tiempo no solo es necesario para poder preservar al máximo la visión, sino también para minimizar el riesgo de que vuelva a ocurrir el desprendimiento si la cirugía está bien hecha. De todos modos, en personas que lo han sufrido en un ojo, es más probable que lo desarrollen en el otro. Por eso son esenciales los controles rutinarios.
Poner en manos de profesionales nuestra salud ocular es importante. Con ello se puede evitar el progreso de estas y otras enfermedades, algo que es esencial para mantener una óptima calidad de vida.