La posible amistad entre el poeta Federico García Lorca y el fundador de la Falange Española, José Antonio Primo de Rivera, ha estado en boca de todos los historiadores durante generaciones. Hay quienes creen que ambos mantuvieron una relación de amistad durante años. Otros, por su parte, niegan esta posibilidad por sus notorias diferencias ideológicas.

“Nadie pone en duda la amistad de Lorca con Azaña, sobre la que tampoco hay fotos, pero se duda de su relación con José Antonio porque derriba tanto el mito del poeta izquierdista como el de novio virgen y mártir de la España azul y reaccionaria”, aseguró el escritor Jesús Cotta, autor de “Rosas de plomo”, cuyo subtítulo fue “Amistad y Muerte de Federico y José Antonio. “Se niega por razones ideológicas y no lógicas”, aseguró el autor en su momento. El escritor fue galardonado con el Premio de Biografía Histórica Stella Maris.

Tal y como asegura Cotta, Lorca y José Antonio se trataron de forma indiferente entre los años 1931 y 1936. No obstante, desde entonces mantuvieron una relación de amistad. Al parecer, los podría haber presentado Carlos Morla Lynch, un diplomático chileno que vivía en la capital, fiel admirador de la figura de Primo de Rivera y amigo íntimo de García Lorca.

“Lorca temía que se supiera que era amigo del malo de la película del líder fascista, y los pocos que sabían de la relación callaron y mantuvieron el secreto para no ensuciar la memoria del poeta muerto”, indicó el escritor.

Si bien se trata de una premisa que se ha mantenido hasta nuestros días, el autor Felipe Ximénez de Sandoval en su obra “José Antonio. Biografía apasionada”, el autor niega que pudiera existir tal relación entre ambos. “A Federico García Lorca, a quien José Antonio admiraba extraordinariamente y de quien decía que sería el poeta de la Falange, no hubo modo de presentárselo”, aseguró.

Hay varios testimonios de figuras de los años 30 y 40, todos ellos muy cercanos a García Lorca, que habían negado que entre el popular poeta y el líder de la Falange pudiera haber relación de amistad. El poeta vasco, Gabriel Celaya o el pintor José Caballeros, íntimos amigos y colaboradores de Lorca, negaron en su momento esta posibilidad. De hecho, en una ocasión, cuando Caballero y Lorca paseaban por Madrid y coincidieron con José Antonio, que estaba realizando un mitin, Lorca se negó a entrar al mismo. “Le espantaba el hecho de entrar en el teatro en el que estaba el líder de la Falange”, aseguró Ximénez.

También en los años treinta, el secretario del Premio Nobel Jacinto Benavente, Luis Hurtado, quien tenía al poeta en alta estima, le dedicó un texto tras su muerte en el que aseguraba que “a la Falange le han matado su mejor poeta”. Fue así como Hurtado puso sobre la mesa una leyenda que aún perdura entre nosotros.

Lo que está claro es que, a día de hoy, y décadas después de la muerte de ambos personajes, aún se desconoce con certeza si realmente llegaron a tener algún tipo de relación, ya fuera cordial o de amistad, ambas figuras. Las obras a favor de esta posibilidad superan con creces a todas aquellas que la rechazan y dado que aseguran que fue una relación de amistad que se mantuvo, en muchos casos, en secreto por las diferencias ideológicas, podríamos llegar a pensar que sí mantuvieron algún tipo de relación, como mínimo cordial.