El miembro del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, ha asegurado que la reforma de la negociación colectiva servirá “de poco” si España no cuenta con un mercado de trabajo “más flexible, descentralizado y capaz” de ajustarse a los “shocks” externos por vías que no supongan una destrucción de empleo “masiva”.

Así lo ha puesto de manifiesto González-Páramo en la presentación del libro “Un siglo de historia del sistema financiero español” junto al gobernador del Banco de España, Miguel ngel Fernández Ordóñez, y el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Julio Segura.

Asimismo, el miembro del consejo de Gobierno del BCE ha asegurado que para que se produzca una reducción “sustancial” del paro también es necesario progresar en el saneamiento de las finanzas públicas para poder reducir los efectos de la deuda soberana sobre el sector bancario español.

En cuanto al sector financiero, González-Páramo ha incidido en la necesidad de que las entidades que lo requieran avancen en el saneamiento de sus balances, ya que el nivel de capital debe fortalecerse para que el crédito llegue con normalidad a empresas y particulares.

“La disponibilidad de capital es muy importante, porque su falta puede suponer un descenso del crédito”, incidió González-Páramo, para quien es muy importante recapitalizar a las entidades más débiles. Las medidas adoptadas por España en ese sentido son “de gran importancia”, consideró.

Si después de que se realicen las pruebas de estrés a la banca europea hay un pequeño grupo de entidades que no cumplen con los niveles de capital, la única solución es la reestructuración, ha insistido el miembro del consejo del instituto emisor europeo.

GUERRA DE DEPÓSITOS

Sobre la guerra de depósitos emprendida por las entidades financieras en España, González-Páramo advirtió de que una competencia excesiva puede afectar negativamente a la estabilidad del sistema financiero.

“Una competencia excesiva que no está basada en la fortaleza del balance y del modelo de negocio puede aumentar significativamente la asunción del riesgo bancario”, dijo el responsable en alusión a las elevadas remuneraciones ofrecidas por las entidades para captar el pasivo de la clientela.

González-Páramo recordó que un escenario similar se produjo a finales de los 80 al calor de la liberalización del sector bancario, lo que permitió a las cajas de ahorros emprender una competencia por geografías y segmentos de actividad.