El consejero de Hacienda, Juan Bravo, y el presidente de la Junta, Juanma Moreno | Junta de Andalucía

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, ha reconocido que su gobierno está en contacto con grandes empresas de Madrid y Cataluña para negociar su posible traslado a la región sureña. Según el dirigente popular, el miedo al avance de la izquierda en Madrid y la incertidumbre generada por el separatismo contrastan con el clima favorable a las empresas que está desarrollando su gobierno, lo que estaría animando a diversas compañías a plantearse la posibilidad de llevar su sede y su producción a Andalucía.

Así lo ha reconocido Juanma Moreno en Espejo Público, el programa matinal de Antena 3 que presenta Susanna Griso. Durante su intervención, el barón popular afirmó que “en apenas un cuatrimestre, hemos impulsado un cambio político muy positivo para Andalucía. Si uno analiza todo lo que hemos hecho, el saldo es francamente favorable. Somos un gobierno moderado, centrado, que gobierna para todos. Las etiquetas del miedo no funcionan, se están cayendo. El que quiera jugar con eso, pagará el precio y sufrirá un coste electoral. No valen chantajes ni posiciones que se sitúen al margen de la realidad”.

“Hemos aprobado el Presupuesto para lo que queda de 2019. El resultado es muy satisfactorio: bajamos los impuestos a todos los andaluces, ponemos 1.000 millones de euros más en el capítulo de política social y cumplimos con los objetivos de estabilidad presupuestaria. Creo que es una propuesta irreprochable, que apuesta por la economía, el empleo, la creación de riqueza, la estabilidad presupuestaria y los servicios básicos”, explicó el presidente de la Junta de Andalucía.

Rebajas fiscales

“Ya hemos aprobado la supresión de facto del Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Nuestros presupuestos bajan el IRPF, bajan Actos Jurídicos Documentados, bajan Transmisiones Patrimoniales… A eso hay que sumarle las rebajas que vendrán en los próximos años, porque nuestro compromiso es seguir bajando impuestos”, recordó Moreno.

Comentando las elecciones del 28-A y las encuestas del 26-M, el mandatario andaluz reconoció que espera que en Madrid “no gobierne la izquierda, puesto que ya en Moncloa va a gobernar Pedro Sánchez y eso ya supone de por sí un golpe a la economía”, pero añadió que, “si en Madrid gobierna la izquierda, quiero que quede claro que Andalucía se está convirtiendo en una isla para la inversión, en un refugio ante el modelo impositivo de la izquierda, que solo nos lleva a la involución”.

Moreno sacó pecho con los datos macroeconómicos que maneja su región: “Andalucía ha liderado el empleo en el primer cuatrimestre del año. Después de Navarra, somos la comunidad autónoma que más crece. Cuando bajas impuestos y quitas burocracia, los inversores responden y reaccionan favorablemente. Somos una tierra abonada para la inversión”.

Pero quizá lo más interesante de su intervención llegó cuando el político popular reconoció que hay distintas empresas estudiando un posible traslado a Andalucía: “Me consta que hay grandes empresas de Madrid y Cataluña que quieren venirse a Andalucía. Hablamos de compañías que tienen un impacto importante. En el caso de Madrid, hay miedo a que entre un gobierno de la izquierda. En el de Cataluña, el problema que enfrentan es toda la problemática ligada al separatismo. Frente a eso, nosotros somos la alternativa. Ya se están celebrando conversaciones, tanto conmigo como con el consejero de Hacienda, para atraer a esas empresas”.

“Había que levantar alfombras”

En materia de regeneración, el político popular apuntó que “después de cuarenta años de socialismo, había que levantar alfombras y lo estamos haciendo. Hay 4.500 millones de euros pendientes de recaudación que no se han reclamado, tirando y desperdiciando el dinero que era de todos los andaluces. Hay 3.000 millones de euros en subvenciones que no están justificadas. En los tribunales hay 5.000 millones bajo investigación”.

Sobre la mala gestión del PSOE, apuntó que “en Andalucía había toneladas de propaganda socialista, pero debajo de eso teníamos una gestión lamentable. En las listas de espera había medio millón de personas ocultas, que no figuraban en las estadísticas oficiales. Hemos aprobado un plan de choque y estamos atendiendo a la gente por las tardes, los fines de semana… De momento, en cosa de semanas, ya se ha reducido la lista en 3.000 personas”.