¿Es posible hacer campaña sin recurrir a los lugares comunes?
José Luis Trasobares.- Quienes aspiran a ser alcaldes, o alcaldesas, de Zaragoza sí que se estrujan algo el cerebro; pero el debate electoral sobre Aragón en su conjunto anda dando tumbos por el páramo de los lugares comunes. Se habla de empleo, se habla de emprendedores… pero el agua, las infraestructuras y los grandes proyectos públicos con aspiraciones dinamizadoras obsesionan por igual a Iglesias, a Almunia, a Rudi o a Biel. Ibeas y Barrena van por otro lado, pero están en segundo plano. Mientras, y como réplica espontánea al oficialismo habitual, sesenta colectivos y plataformas sociales alternativas han programado para el sábado actividades por todo Aragón (en Zaragoza, un escaparate ciudadano en Independencia y la plaza de España), y el domingo recorrerán la capital de la comunidad en manifestación. Es otra forma de aprovechar la dinámica electoral.
La vida, vista desde la perspectiva de los políticos con mando en plaza suele ser curiosa. Por ejemplo, en el presunto debate que los candidatos a la Alcaldía de Teruel mantuvieron anteanoche en Aragón TV, los representantes de todos los partidos que han gobernado dicha ciudad durante los últimos veinte años hablaron de la deuda acumulada con una calma ciertamente pasmosa. La Ciudad Mudéjar es la segunda capital de provincia que más pasta debe por habitante. Pero PP, PSOE y PAR (este último representado por Ricardo Eced, que ya fue alcalde con el PP), no ven en ello gran problema. ¿No es maravilloso?
Es tiempo de crisis, tiempo de paro, tiempo de glosar a los emprendedores. Les prometen ayudas (Biel), avales (Belloch), rebajas en el IBI (Suárez). No está claro cómo será posible fomentar nuevas actividades económicas cuando estamos metiendo buena parte del dinero público aragonés en proyectos-milagro o en sostener las rutinas invariables.
Hablan PP y PAR de hacer más pantanos, pero nada dicen de los embalses y bombeos que ya existen (Lechago, El Val) y no son utilizados porque los regantes no pueden afrontar su coste. Se habla de entelequias futuribles como la famosa travesía central pirenaica. Rudi ha propuesto que los aragoneses puedan elegir hospital y médico (¡menudo lío para el Salud!) y ofreció rebajar las listas de espera mediante convenios con hospitales privados. Esos convenios ya existen. ¿Hará más? Entonces… ¿Habrá o no mayores inversiones en los centros públicos? La líder del PP lamentó que en Alcañiz, desde donde lanzaba su discurso, aún no esté licitado el nuevo hospital. Tiene razón. Le faltó comparar ese dato con el derroche habido en Motorland.
Biel, sin embargo, presume de su Ciudad del Motor. Porque, dice, un solo Gran Premio de Motos ha dado a conocer Aragón más que nunca jamás desde la fundación del Reino. Cómo se embala el timonel del PAR. Y eso que lo de Gran Scala (otro hito histórico) se le ha esbafado, que si no…
Hay otro mundo, que solo a través de los minoritarios de izquierda (CHA e IU) asoma apenas en la campaña. Es el de la indignación social, la ecología, la cultura popular… Grupos alternativos han lanzado un grito rupturista que atravesará la actividad partidaria de lado a lado. Su lema es simple pero de aspiraciones innovadoras: “Aragón: cambiar el modelo, defender el territorio”. ¿Qué pretenden? Cosas sencillas: el reparto de la riqueza, fomentar el ahorro energético y las renovables, la mejora (de verdad) de los servicios públicos, el consumo consciente y responsable, la cultura libre, la alimentación sana con productos cercanos… la resistencia frente a pantanos y trasvases, la oposición a los grandes eventos. Qué cosas, ¿verdad?