Imagen del puerto de Valencia

Pablo García.- El pasado 16 de marzo fue un día histórico para la política española. El Real Decreto Ley del Gobierno para reformar el sector de la estiba portuaria fue rechazado por el Pleno en el Congreso, con 174 votos en contra, 141 a favor y 33 abstenciones, con lo que se convierte en el tercero de la Democracia en ser tumbado por no obtener la mayoría de votos a favor del Congreso de los Diputados.

Esto no habría sido posible sin la presión que han ejercido los sindicatos de los estibadores, a través de sus protestas, movilizaciones y huelgas, demostrándonos a todos los trabajadores españoles cómo la lucha sindical y obrera puede llegar a ser un arma efectiva de presión sobre el gobierno como forma de defender tus derechos. Y todo esto lo han conseguido a pesar de la continua criminalización que los medios de comunicación han llevado a cabo contra este sector laboral, mediante mitos que han ido difundiendo, unos manipulados, otros exagerados y otros completamente inventados. Mitos que el espectador medio asume como verdaderos al no buscar una fuente alternativa de información y creyendo que el de la estiba es un sector “privilegiado” que no merece tener todo lo que exige puesto que el resto de los trabajadores están mucho peor. Este es el objetivo final de toda esta campaña de criminalización contra el sector de la estiba, que los trabajadores que están en situación de precariedad les critiquen al verles como “privilegiados” en vez de tomar ejemplo de su lucha y hacer lo mismo en sus respectivos trabajos.
Los mitos de la estiba

No son pocos los mitos que se han creado sobre este sector, siendo promovidos sobre todo por los medios de comunicación afines al Partido Popular, el principal interesado en la liberalización de la estiba portuaria. A continuación pasaré desmentir y explicar cada uno de los mitos que se han ido difundiendo sobre la estiba portuaria:

– Los estibadores cobran mucho:

Esta es una de las principales armas que usan los medios de comunicación para desprestigiar a este colectivo. Desde el Ministerio de Fomento (principal precursor de la ley para liberalizar la estiba) se dio la cifra de 60.000€ anuales, cifra que ha ido subiendo día a día en los distintos medios de comunicación llegando hasta la cifra de 100.000€ al año. Por su parte, el principal sindicato de los estibadores, la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar establece este salario entre los 30.000€ y 40.000€ brutos de media al año. En realidad no existe un salario fijo, puesto que los sueldos van ligados a la productividad. Cada estibador tiene un salario base, que varía según el convenio de cada puerto, que está entre los 1.000 y los 2.000 euros al mes. El resto del salario va en función de la productividad, las horas de nocturnidad, horas extras, etc.

Independientemente de si se considere que un estibador cobra mucho o poco hay que tener en cuenta que si reciben ese dinero es porque lo generan, ya que al aumentar la productividad de un puerto, aumentan los beneficios de las empresas que operan en él, que son las que pagan el salario a los estibadores. Ahí reside la doble moral de aquellos que critican el sueldo de los estibadores alegando que “cobran demasiado”, pero no parecen igualmente escandalizados por los beneficios de los empresarios de la estiba, ni por todo el beneficio económico que sacarían si recortasen un 60% de sueldo a los estibadores como pretendían hacer.

-La estiba es una mafia que sólo contrata familiares:

Este es uno de los mitos más extendidos sobre la estiba portuaria en España, el supuesto carácter cerrado de los estibadores, donde si no eres familiar de estibador no puedes trabajar de ello, o donde si lo eres ya tienes el puesto asegurado sin ningún tipo de requisito. Es por ello que los medios de comunicación que han extendido este mito justifican la liberalización de la estiba para que pueda trabajar todo el mundo y no sólo familiares de estibadores. Este es uno de los puntos principales del Real Decreto Ley impulsado por el Ministerio de Fomento, la forma de contratación.

Actualmente toda empresa estibadora que quiera operar en un puerto debe obligatoriamente formar parte de una SAGEP (Sociedad Anónima de Gestión de Estibadores Portuarios). Las SAGEP son las que se encargan de la contratación de los estibadores, de la convocatoria de las plazas, los requisitos para poder optar a ellas, así como de la continua formación de los estibadores a lo largo de su vida laboral.

Con la reforma que el gobierno pretendía llevar a cabo, se quería acabar con las SAGEP y sustituirlas por Empresas de Trabajo Temporal, con la precarización del trabajo que ello supone, poniendo en peligro los puestos fijos de más de 6.000 estibadores en toda España, cuya liquidación por despido pretendían que fuera pagada con fondos públicos y no por las propias empresas.

Cabe decir que después de semanas de repetir continuamente que sólo los familiares de los estibadores pueden serlo, aún no ha aparecido ningún medio de comunicación que haya mostrado una convocatoria para ser estibador donde aparezca como requisito el ser familiar de estibador.

-La estiba es un sector machista:

Otra mentira difundida, aunque en menor medida es la de que este sector es machista al no permitir el acceso a mujeres a los puestos de estibadores. Para ello han difundido un vídeo de 2014 en el que un estibador del puerto de Algeciras manda “a fregar” a un grupo de mujeres que protestaban pidiendo la admisión de mujeres en el puerto (hay que tener en cuenta que en este puerto no se convocan plazas de estibadores desde 2013). Así, utilizan el comentario machista de un estibador en concreto para criminalizar a todo un sector que cuenta con más de 6.000 trabajadores.

Actualmente el 6% de los trabajadores de la estiba portuaria son mujeres, siendo el puerto de Valencia donde más mujeres hay con más del 20% del total y el siguiente el de Barcelona con casi un 10%. El hecho de que el porcentaje de mujeres sea tan bajo no se debe a que se les restrinja la entrada, si no a que cuando había más convocatorias (antes de la crisis económica) se presentaban menos mujeres. En el caso de Valencia y Barcelona ha habido contrataciones más recientes debido al crecimiento que han tenido estos puertos.

-La multa de la UE:

Este es sin duda el mito en el que más están incidiendo los medios desde que el Congreso rechazara el Real Decreto Ley. Supuestamente, por el hecho de haber rechazado esta reforma, España deberá pagar a la Unión Europea una multa de 22 millones de euros. No sólo difunden esto, sino que además lo hacen manipulando el lenguaje, diciendo que supondría 134.107 euros diarios para que parezca mucho más o incluso llegando a compararlo con las pensiones, asegurando que la multa nos costaría 3.926 pensiones.

Esta misma comparación no se hizo con el rescate a la banca, que nos costó 100.000 millones, el rescate de autopistas privadas con hasta 5.000 millones, con los 90.000 millones al año que nos cuesta la corrupción o con la negligencia de la exministra de Fomento, Magdalena Álvarez al firmar un acuerdo con la empresa Abertis que nos costará casi 1.500 millones.

Si según la prensa una multa de 22 millones de euros equivale a casi 4.000 pensiones, pueden imaginarse cuantas pensiones se podrían pagar con los casi 200.000 millones de euros que nos ha costado el rescate a empresas privadas y la corrupción. Pero esas cantidades es mejor no calcularlas en pensiones, no vaya a ser que a la gente le dé por pensar y cuestionarse cosas.

Aún con todo esto, es falso que tengamos que pagar la multa por el simple hecho de haber rechazado esta ley, algo que nos quieren hacer creer desde los medios de comunicación. En el año 2014 el Tribunal de Justicia de la Unión Europea publica una sentencia por la que obliga a España a realizar una serie de cambios en la Ley de Puertos, cambios dirigidos sobre todo a que empresas de otros Estados Miembros puedan “establecerse en los puertos españoles de interés general para desarrollar en ellos una actividad de manipulación de mercancías”. Es decir, el gobierno ha tenido tres años para llegar a un acuerdo con los sindicatos y las empresas para evitar la multa, pero hasta ahora no ha decidido tomar medidas. Y aun habiendo rechazado esta ley, no es seguro aún que la UE nos vaya a multar, y de hacerlo sería a partir del verano, lo que significa que el gobierno aún tiene unos meses de margen para negociar y buscar una forma de cumplir con la justicia europea, pues aún existen alternativas que son legales y cumplen con las exigencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Lo que no nos cuentan

Pero la manipulación de los medios de comunicación no sólo reside en estos mitos sobre la estiba que han estado difundiendo, también está en omitir ciertos aspectos del trabajo de estibador que no interesan que se sepan para poder acusarles más fácilmente de privilegiados.

-Siniestralidad laboral:

Uno de estos aspectos es la alta siniestralidad laboral en el sector de la estiba portuaria, pues al ser un trabajo en el que se maneja maquinaria pesada es bastante frecuente que ocurran accidentes laborales, algunos de ellos incluso mortales. En el año 2016 fallecieron al menos 3 estibadores en accidentes de trabajo.

-Turnos de trabajo:

Los puertos funcionan las 24 horas del día, los 365 días del año, por lo que siempre debe haber estibadores en los puertos listos para recibir las mercancías que lleguen. Es por esto que un estibador no tiene un horario fijo, sino que tiene 4 turnos de 6 horas, repartidos a lo largo de las 24 horas del día, en un sistema de turnos rotatorios. Esto sumado a la alta disponibilidad que se exige a los estibadores, debido al posible aumento de afluencia de mercancía en los puertos, hace que les sea muy difícil conciliar su trabajo con su vida familiar, puesto que en muchas ocasiones no saben que turno van a tener hasta unos días antes o incluso en el mismo día.

-Quienes están detrás de la liberalización de la estiba:

Este quizás sea el punto más importante para entender el origen del conflicto entre los estibadores y el Ministerio de Fomento. Si el Ministerio de Fomento ha decidido llevar a cabo esta liberalización de la estiba, se debe a las multinacionales y entidades financieras que se encuentran detrás presionando al gobierno, las cuales tienen claros intereses económicos en acabar con los derechos de los estibadores y precarizar sus condiciones de trabajo.

Una de estas entidades es JP Morgan, la cual “lleva años presionando al Gobierno para liberalizar el sector de la estiba en España, y hacer cumplir las distintas resoluciones de la Unión Europea. La financiera opera en el sector a través de su división Asset Management Infraestructure Investment Group, que controla Noatum, el principal operador portuario de Europa con una posición de liderazgo en los puertos españoles”.

Aparte de JP Morgan, existe toda una oligarquía industrial compuesta por distintas multinacionales de servicios portuarios (Grupo Algeposa, Bergé, Ership, Gup TCB, Noatum, Grupo Toro y Betolaza, Boluda Corporación Marítima, Marítima Dávila, Grupo Nogar, Stasa, OHL Concesiones, Erhardt y APM Terminals) interesada en la liberalización de la estiba, la cual no deja de presionar al gobierno para que lleve a cabo esta reforma.

Entre los intereses de estas grandes empresas se encuentra el de rebajar el sueldo a los estibadores hasta un 60% y que la contratación de los estibadores se lleve a cabo por Empresas de Trabajo Temporal [19] con la precarización del trabajo que ello supone (recordemos que los más de 6.000 estibadores que hay en España tienen contrato fijo).

Conclusión

De nuevo asistimos a otro ataque del capitalismo contra la dignidad y los derechos de los trabajadores, por suerte el sector laboral que ha sido objetivo esta vez es un sector que está acostumbrado a luchar por sus derechos, pues todas las condiciones de trabajo dignas de las que disfrutan (llamadas privilegios por los medios del capital) no las han conseguido gratis, sino que se deben a años de lucha sindical y de defensa de sus derechos. Por ello toda la maquinaria propagandística del capital ha llevado a cabo esta campaña de difamación y criminalización contra este sector. Su principal objetivo es crear división entre la clase trabajadora española, haciendo que un trabajador precario, que cobra poco más del salario mínimo, vea a los estibadores como privilegiados que no se merecen lo que tienen, en vez de verles como ejemplo de lucha y defensa de sus derechos. Con toda esta manipulación están consiguiendo que estos trabajadores precarios piensen “no es justo que los estibadores cobren tanto y yo tan poco, deberían bajarles el sueldo” en vez de pensar “los estibadores tienen esos sueldos porque han protestado, yo debería hacer lo mismo”.

Pero a pesar de toda esta campaña de difamación contra ellos, estos trabajadores nos han demostrado que la lucha obrera y las protestas sindicales pueden llegar a crear suficiente presión como para que se paralicen leyes injustas, como ocurrió el pasado 16 de marzo en el Congreso.