Patxi López.

S. Sostres.-Patxi López ha presentado su candidatura a la secretaría general del Partido Socialista. Coño, Patxi. Eres el mayor monumento a la nulidad que jamás he conocido. Me gustaría poderte insultar pero es que no eres nada. De ti podría decirse lo que Churchill decía de Clement Atlee: “Un taxi vacío se para en la puerta del Parlamento y baja de él Clement Atlee”.

Hay aburrimientos que sirven de algo, pero Patxi López es el tedio estéril de España, el bostezo a cambio de nada, y todas las oportunidades que ha tenido de hacer algo y de ser alguien, las ha desaprovechado. El PP le prestó gratis su apoyo para que fuera lehendakari. El primer lehendakari que no era del PNV desde la recuperación de la democracia. ¿Y qué podría decirse del gobierno de Patxi? Nada. Fue tan gris e insignificante que hasta los recuerdos se borraron.

Como presidente del Parlamento, entre diciembre de 2015 y junio de 2016, fue sectario y tonto, e insultó la dignidad de su cargo con ese cóctel tan suyo de pequeñas miserias y una absoluta insignificancia.

El simple hecho de que un tipo así aspire a la secretaría general del PSOE, aunque no logre su propósito, tendría que ser motivo de alarma para el socialismo, porque si semejante conjunto vacío puede representar a alguien o tener alguna autoridad, significa que algo no funciona en tu partido.

Patxi López es la más abrumadora metáfora de la España atontada, sin talento político ni vigor moral, y que deja un halo de tristeza y resignación por donde pasa. La alegría y la esperanza son lo contrario de Patxi. Hasta yo les deseo a los socialistas que, por el amor de Dios, sean capaces de elegir a un candidato que pueda transmitir algo más que desolación y atraso.