Mujeres dando la mano a Hillary Clinton en California.

J. Fernández.- Lo explicó de forma magistral el historiador y periodista Honorio Feito en “La ratonera” del jueves pasado: el hombre ha intentado conquistar al hombre desde que nos bajamos de los árboles. La historia así lo demuestra. Además, por muchos cohetes que enviemos al espacio seguimos siendo simples animales del orden de los primates; evolutivamente hablando apenas acabamos de escaparnos del zoológico. De la misma manera que los distintos clanes de chimpancés compiten entre sí por el territorio, las hembras y los recursos, los diferentes clanes humanos han estado y siguen librando una competición sin tregua por dominar al resto, desde que el mundo es mundo.

Este incesante conflicto ha ido tomando diferentes aspectos a medida que nos ibamos “civilizando” y donde antes se enviaban barcos llenos de hombres armados ansiosos de matar y robar, ahora se envía a emperifollados diplomáticos expertos en esconder sus ansias de robar y matar. El juego sin embargo sigue siendo el mismo: quitarle lo suyo al otro y hacerlo nuestro.

La última vez que los estados nos mostraron su verdadera naturaleza fue a mediados del siglo pasado, durante el periodo que conocemos con el nombre de “segunda guerra mundial”. Fue tanta la destrucción y el sufrimiento durante este sangriento conflicto que las naciones civilizadas acordaron que algo así no podía volver a pasar. La segunda gran guerra ha quedado tan lejos que las poblaciones de los países que la sufrieron ya han olvidado su carga de horrores y sufrimientos. Desde 1945, los estados han modulado su forma de hacer la guerra con tales niveles de sutileza como para hacernos creer que el mundo se halla en paz desde entonces, cuando la realidad es que no ha pasado un sólo día sin que en algún lugar del planeta dejen de caer bombas.

Es únicamente dentro de este contexto de “guerra silenciosa” como podremos comprender fenómenos como la “revolución hippie” de los años 60, destinada a desactivar el movimiento de resistencia juvenil norteamericano y de otros países occidentales; la “primavera árabe”, que marcó el prólogo del actual conflicto en Oriente Medio y, por supuesto, el feminismo.

LOS MÉTODOS

Hillary Clinton apuesta por las mujeres para salvar su campaña.

Los países o “bloques” se han servido y se sirven de los mas diversos medios para expandir su influencia, así como para debilitar la influencia de los rivales. Son métodos harto conocidos la ocupación militar, la religión o el comercio, de gran tradicion y usados por todos en algún momento de la historia.

Existen sin embargo otros métodos que son utilizados en exclusiva por el conglomerado industrial-militar que controla y domina Estados Unidos y países occidentales como España, aunque no a otras potencias que compiten por la hegemonía mundial, como son los casos de China o Rusia. Nos referimos a una forma de colonización cultural, sutil pero agresiva, que lleva implícita la destrucción y desaparición de las culturas autoctónas en muchas zonas del mundo. Se trata de la colonización cultural disolvente que sufre Europa occidental desde las caídas de sendas bombas atómicas en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.

En España, esta colonización cultural disolvente puede percibirse de forma clara: el desplome del catolicismo, la generalización de lacras como las drogas el aborto y el divorcio, la demonización de la tauromaquia, la desaparición del servicio militar obligatorio, la criminalización del ejército y de los cuerpos de seguridad del estado, el fomento de la leyenda negra de nuestro imperio.

Se refuerza el laicismo extremo, el agnosticismo en la población, el relativismo en las escuelas, el consumismo irracional y los mecanismos de opresión de las partitocracias occidentales, y con ello seguirá naufragando cualquier posibilidad de que el sistema tenga la más mínima capacidad de reformarse para hacer frente a la crisis que le acosa, pues su propia lógica se lo impide.

España, como el resto de las naciones de nuestro entorno europeo, ha acabado por perder el sentido de la realidad y la miseria espiritual propia de la modernidad ha quedado patente. Máxime ahora que han nacido generaciones que ya no distinguen la realidad de la ficción, una ‘play station’ de un rinoceronte. La realidad virtual desplaza cada día más a lo real, ocupando más espacio real lo falso que lo verdadero.

Bien aleccionadas, las mujeres de EEUU han hecho causa común contra Trump.

Se está a punto de abolir el ser humano autónomo, y sobre todo su dimensión interior, en favor del ciudadano autómata y fácilmente manipulable, cuya respuesta a los desafíos morales, económicos y existenciales ha sido concebida en los laboratorios de las ideologías que nos hablan de futuro y de progreso.

Tampoco aqueja en exclusiva a nuestro país el mas grave de todos los males derivados de la colonización cultural disolvente: el feminismo.

La práctica totalidad de los países y zonas de influencia del conglomerado industrial-militar angloamericano ven cómo sus sociedades se desintegran y también cómo la institucion mas importante, la familia, se desmorona socavada por el sabotaje soterrado al que está siendo sometida desde hace décadas por parte del ejército de termitas a sueldo del feminismo. Políticos, jueces, periodistas… cualquiera persona clave en nuestras sociedades se encuentra totalmente sometida a las órdenes y caprichos del “lobby” feminista, la mayor amenaza a la que jamás se haya enfrentado el ser humano desde que salió de las cavernas.

El feminismo aspira a controlar el voto del 51% de la población y pretende imponer una dictadura legal pero completamente totalitaria, donde el pensamiento disidente sea socialmente criminalizado primero y posteriormente aniquilado, con el apoyo general de los medios y los ciudadanos.

Quienes controlan el feminismo tratan de controlar el mundo. El drama es que lo están consiguiendo.

EL PELIGRO

Feministas de Femen apoyan sendas cruces en sus traseros dentro del Vaticano.

Tras varias décadas con el machaqueo victimista de la “discriminación machista del heteropatriarcado”, los ideólogos feministas han inoculado en el inconsciente colectivo de la población la idea irracional de que
el varón es intrínsecamente malo y que cualquier mujer, por el hecho sólo de serlo y al margen de su valía, tiene derecho a ocupar cualquier puesto de responsabilidad.

Este mecanismo irracional podría estar a punto de alojar a Hillary Clinton en la Casa Blanca e iniciar la tercera guerra mundial

MATAR AL PADRE

Fortaleza de Alamut.

A lo largo de los siglos, enviar a un sicario para asesinar a una figura prominente ha sido un método bastante utilizado para crear el caos en las sociedades rivales, o bien para reemplazar dicha figura por otro individuo adicto a la causa de los asesinos. La historia está llena de casos de este tipo, siendo uno de los mas representativos el de la secta de asesinos creada por el Viejo de la Montaña, en la fortaleza de Alamut.

Mitad realidad, mitad leyenda, la historia de Alamut nos ha llegado sobre todo gracias a la novela homónima del esloveno Vladimir Bartol, publicada por primera vez en 1938 (la leí en su día y se la recomiendo a los lectores; entre otras cosas, desmonta al islam en menos de 500 páginas).

Hassan-i Sabbah, el jefe de la secta de los sicarios, se aseguró la obediencia ciega e irracional de sus huestes mediante la creación de un “paraíso en la tierra”, basado en el uso de las drogas, el alcohol y el sexo. Los sicarios de Hassan vivían en un mundo de placeres materiales sin fin, entregados al hedonismo más absoluto, hasta ser requeridos para alguna misión.

Las misiones eran siempre las mismas: el asesinato de algún personaje poderoso de la época y cuya influencia constituyese un obstáculo para las ambiciones politicas del propio Hassan. El sicario era narcotizado y
arrancado del “paraíso”, para despertar junto al caballo con el que debía partir para la mision de matar a alguna autoridad hostil al “mundo perfecto” planeado por el Viejo de la Montaña.

Aunque a primera vista pueda parecer disparatado, lo cierto es que fenómenos tan actuales como el 15-M, el partido Podemos o el feminismo, no son más que versiones revisadas de la secta de sicarios hedonistas de Hassan, el Viejo de la Montania. Los psiquiatras, psicólogos y demas ingenieros sociales del conglomerado industrial-militar angloamericano han reciclado las antigua técnicas de subversión asociadas al magnicidio y las han perfeccionado, mezclándolas con la explotación del instinto animal de rebeldía contra las generaciones anteriores, presente todavía en el hombre y claramente visible en las luchas que se producen dentro del reino animal, donde de manera permanente los jóvenes intentan desplazar a los adultos y ocupar su lugar, especialmente para el puesto de macho dominante.

La consigna de “Matar al Rey”, que guió las revoluciones anteriores, se ha transformado en la consigna de “Matar al Padre”. Ya no se ataca a los estados enviando tropas para invadirlos o mandando a un sicario para que “neutralice” a su líder. Lo que ahora se emplea, con la inestimable colaboración de la industria hollywoodiense, es el envío de seriales y culebrones repletos de basura melodramática, que apelan a los instintos más bajos nublando la razón. Uno de los temas recurrentes de estas producciones basura es el odio feroz al varon, reducido siempre al papel de villano. El propósito no es otro que poner fin, no a una figura fundamental de la autoridad nacional, sino a todas y cada una de las figuras individuales de autoridad dentro de la célula basica de la sociedad: la familia.

Una vez aniquilado el padre, la anarquía se impone a nivel familiar, quedando la sociedad igual de devastada que en una guerra, moralmente desarmada y lista para una invasión a gran escala a
nivel cultural, comercial e industrial, con un coste económico muy inferior al sistema “tradicional” de emplear al ejército.

EL TALÓN DE AQUILES

No es casualidad que el 90% de los bienes y servicios que se publicitan hasta la náusea en nuestras sociedades de consumo tengan como destinatarios a las mujeres y a los niños.

Estos últimos son presas fáciles para los taimados publicistas, dado que no han tenido tiempo ni oportunidad para desarrollar un sistema de creencias y valores que le permitan ser crítico y a salvo de influencias poco recomendables. Los menores caen como inocentes pajarillos en los cepos del muy variado arsenal cinegético de las empresas de publicidad. Esto es bien sabido tanto por aquellos que ya han sido padres, como por los que todavía no lo son. Sin embargo, poco se ha hablado acerca de la especial vulnerabilidad de las mujeres ante los maquiavélicos reclamos de la industria de la inducción al consumo de bienes y servicios superfluos.

Una larga lista de simples pero inexorables factores biológicos determinan que las mujeres de nuestras sociedades constituyen el eslabón mas debil de la cadena, el punto donde resulta más facil la ruptura de esa correa de transmision del ADN que son nuestras familias.

No es tan siquiera necesario mencionar las razones de tipo educativo que hacen de la mujer el talón de Aquiles del núcleo familiar. Son tan antiguas como el propio mundo, pero aún así son también susceptibles de ser rebatidas al no tratarse de cuestiones que vengan impuestas por la naturaleza, ni que estén escritas en cada una de nuestras células.

Por el contrario las indiscutibles diferencias biológicas entre hombres y mujeres, responsables de que desde siempre hayan existido roles distintos para cada sexo, hacen que las democracias occidentales no sean sino dictaduras encubiertas, ya que la mitad del electorado acude a las urnas guiado, no por la razón y el sentido común, sino por los dictados hormonales del momento.

Por efecto de la selección natural, las mujeres que no tenían un fuerte instinto familiar y maternal se fueron extinguiendo, exactamente igual que los hombres que no eran aptos para la caza. Durante millones de años, esa incitante poesía biólogica que es nuestro código genético, se fue perfeccionando hasta alcanzar los niveles actuales. En la época moderna encontramos la herencia de sangre de aquellos que tenían demasiado miedo para salir de la cueva a lancear antílopes o de aquellas que se negaban a dejarse “montar” por los machos y a cuidar de sus crías después. No hablamos del capricho de un legislador sino de la inexorable acción de la más poderosa de las fuerzas conocidas por el hombre: la naturaleza.

Conociendo al dedillo el bagaje genético de la mujer actual, los promotores del nuevo orden cocinan sus culebrones mediáticos con el objetivo de ir moldeando el estado de ánimo de cientos de millones de mujeres, amas de casa de los territorios culturalmente ocupados.

Jugando con los índices de audiencia y del imperio de las hormonas, estos titiriteros del gran conglomerado mediático occidental hacen que el pensamiento inconsciente de esa masa crítica acrítica formada por los cientos de millones de mujeres que pastorean psicólogicamente, entren en sintonía y reverberen al son de las notas perversas que estos músicos diabólicos tocan con su xilófono del infierno: cada golpe de tecla a la fibra sensible lo tocan con una imagen maligna, repleta de violencia y de odio; después provocan el miedo y lo van alimentando, amplificándolo hasta convertirlo en pánico; luego tocan de nuevo el odio y la masa femenina, prisionera y marioneta del feminismo, ya está lista para que se le muestre el culpable al que castigar. Y esa víctima no es otra que el varón, el padre.

LAS ARMAS

Una vez aceptado que el uso de bombas como la de Hiroshima es inaceptable, los barandas del nuevo orden se vieron obligados a iniciar una nueva carrera armamentistica, lanzándose a la creación de ONGs y fundaciones con el mismo frenesí con el que una manada de pirañas se zamparía a un ecologista.

Larga es la lista de institutos infaustos responsables de millones de abortos, suicidios, divorcios y otras calamidades por todo el mundo. Repasar el conjunto de estas siniestras organizaciones sería inducirles al vómito. Por tanto nos quedaremos con tres de ellas como ejemplo, no de las grandes sino de las discretas, todas de nuestro país, creadas por gente sin escrúpulos a sueldo del conglomerado industrial militar angloamericano y dedicada a sembrar en las mujeres el miedo y el odio hacia el hombre. Como estas tres hay miles y miles.

1- feminicidio punto net, ampliamente analizada en el ensayo “a la mafia feminista no le salen las cuentas”

http://feminicidio.net/

2- mehanviolado punto com; chiringuito de una exmodelo anoréxica que daba consejos sobre cómo vivir a costa de los hombres hasta que “vio la luz” y montó esto (pinche aquí)

3- “mátalos tu también”, blog que incita a las mujeres al asesinato de hombres, regentado por una funcionaria de la TV pública catalana y también nombrado en el ensayo sobre la mafia feminista en nuestro país.

Mátalos tú también