La disparatada lucha LGTB contra la realidad y la RAE
Rosa Cuervas-Mons.- ¿Qué respondería usted si le preguntaran cuál es la definición de bisexual? Si lo mirara en el Diccionario de la Real Academia Española, se encontraría con una triple acepción:
1.Hermafrodita
2.Dicho de una persona: Que mantiene relaciones tanto homosexuales como heterosexuales.
3.Perteneciente o relativo a la bisexualidad o a los bisexuales.
Pero esta descripción podría no durar demasiado si la Academia decide acatar la petición de Arcópoli -una asociación LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) de Madrid- para actualizar “una definición adecuada” que refleje con acierto qué es la bisexualidad. Así, y bajo el lema ‘Yo no alterno. Yo soy bisexual’, la ONG solicita que la entrada de la RAE señale que bisexual es “la persona cuya orientación sexual está enfocada hacia otras [personas] de sexo o género igual o diferente al propio, no necesariamente al mismo tiempo ni del mismo modo o con la misma intensidad”. Una definición cuanto menos inconcreta que, según Arcópoli, contribuiría a que en 2016, Año de la Bisexualidad, se dé más visibilidad a esta realidad.
Preguntamos a Arcópoli el porqué de este cambio. ¿Se trata de eliminar las acepciones anteriores o de añadir una nueva? La acepción de hermafrodita ha de permanecer, explican, puesto que el diccionario tiene la misión de ayudar a entender un texto, presente o pasado y, por tanto, debe permanecer.
Sobre la segunda, la de alternar relaciones homosexuales o heterosexuales, debe corregirse por la propuesta por Arcópoli. ¿Por qué? “Porque define una orientación sexual en función de unas prácticas que pueden no darse… O sea, un chico bisexual puede haber tenido como primera pareja a una chica, llevar siempre con esa chica y seguir siendo bisexual, aunque no haya alternado ningún tipo de práctica”, nos explican.
Lo que parece incomodar a los bisexuales representados por Arcópoli es el hecho de que parezca que cambian homosexualidad y heterosexualidad según el momento: “Lo que queremos decir es que pueden sentirse atraídas por cualquiera de los géneros y ya lo que hagan, es su problema. Siempre son bisexuales, no alternan. Podrán tener relaciones únicamente heterosexuales porque su pareja sea del sexo contrario y seguir siendo bisexuales, sin alternar nada”.
Entendida –o no- esta cuestión, pasamos a la siguiente. ¿Por qué incluir en la definición propuesta por Arcópoli el concepto de género?
Responden entonces que para emplear un término paraguas, con el que se pueda sentir representado todo el mundo. Así se decidió en unos encuentros de bisexualidad celebrados en Madrid en 2008, en los que los asistentes –no sabemos qué porcentaje de los bisexuales de España- determinaron que dado que “hay personas que no se identifican como hombre ni como mujer [y al margen de que la raíz del término bisexual está pensada para unos y otros]”, el concepto de género engloba a todas aquellas personas “que se sienten atraídas por dos géneros, o más inclusive, sean los que sean”.
Es necesario repreguntar. ¿Dos géneros o más? Hombre, mujer… “y hay personas, según qué teoría de género emplees, que se sienten intergénero. Que su forma de expresar su género está en un punto que no seríamos capaces de asignárselo ni en la caja de hombre ni en la caja de mujer”.
La empresa ante la RAE se complica cada vez más. “Es verdad que es un poco complicado de explicar si no hay mucho bagaje más atrás, pero es una decisión que se planteó en un sentido académico”, reconoce Arcópoli, que continúa con su explicación.
En estos encuentros de 2008 se buscó, señalan, una definición de bisexual con la que se identificaran los bisexuales: “se trata de que en lugar de que unos señores en la Real Academia digan lo que es ser bisexual, las propias personas bisexuales consensuaron qué era ser bisexual”. A la espera de conocer la opinión de la RAE tras quedar casi inhabilitada para definir, continuamos la entrevista.
Si se admitiera la definición que proponen –y por tanto quedara excluida la actual, la de alternar comportamientos heterosexuales y homosexuales- ¿cómo deberíamos referirnos a quien alterna comportamientos hetero y homo? “Cómo se quiera definir él”, señala Arcópoli.
Y hay más. Aunque reconoce que “evidentemente si una persona tiene relaciones sexuales con uno u otro género se asumirá que es bisexual”, deja claro que “las etiquetas han de partir de la propia persona y no de fuera”. Ejemplos, hay para todos los gustos: “personas que se definen heterosexuales y en algún momento tienen una relación homosexual y eso no cambia el hecho de que se vean a sí mismos como una persona heterosexual”. “Bisexuales que siempre han tenido relaciones heterosexuales”…
Con el concepto, no ya de bisexualidad, sino de definición, poco claro, preguntamos por la reacción de la RAE a su propuesta. “Nos han mandado una solicitud para el cambio de definición, la hemos enviado y estamos esperando. Al parecer, el funcionamiento de la RAE es más bien lento”. Estarán, quizá, tratando aún de entender la propuesta.
Por primera vez desde que empezaron con la \”moda gay\”, cuyo mensaje era exclusivamente que las parejas solo podían ser del mismo sexo y que la heterosexualidad y la familia era una estafa, por eso matar bebes estaba bien, por ahí iba la cosa… ahora hablan de bisexualidad y se consideran bisexuales o ¿es una estrategia para cazar heterosexuales o algún otro despropósito?, porque todo esto no se hizo para defender una libertad sino con un despropósito preconcebido antiblanco y anticristiano, como una herramienta de destruir. Los radicales de la homosexualidad ahora hablan de heterosexualidad después de ¿Cuántos años?, y… Leer más »
A mí me preocuparía más que la definición de la RAE, si fuese de la comparsa lesbisexualtransgaygenérico, en una Europa arabizada y sumisa, la definición que dan los señores del Islam; persona que es lanzada accidentalmente desde azoteas.
Resumiendo, que continúan con su agenda de confusión mental de su Nuevo Orden Mundial Luciferino.