El presidente de Freixenet, José Luis Bonet, se ha ‘mojado’ varias veces sobre el proceso independentista abierto por Artur Mas. Defiende sin tapujos que Cataluña es una “parte esencial de España”. Asegura también que la compañía no ha dejado de invertir en territorio catalán ante una posible declaración de independencia.

Además, reconoce que Freixenet sufre boicot dentro de la autonomía por su opinión sobre la deriva política. Pero también ha sufrido rechazo en el resto de España, donde le pasa factura el hecho de ser catalán.

Sin embargo, fuentes empresariales conocedoras del sector del cava revelan la siguiente paradoja con respecto a la campaña de este año. Mientras se prevé una caída de ventas de Freixenet en Cataluña, los pedidos desde el resto de España están aumentando.

Estos datos provisionales se manejan ya en grandes centros de distribución del pais, que se encuentran en plena vorágine de cara a sus pedidos para las fiestas de Navidad.

Freixenet, por su parte, afirma que no tiene todavía cerradas cifras de ventas y hasta que no se vean los resultados definitivos no se puede sacar ninguna conclusión. Pero sí destaca, por ejemplo, que este año “las compras se están dejando para el último momento”.