Proyectiles de mortero del ejército israelí.

La industria española de material de defensa mantuvo a Israel como un buen cliente comprador durante las dos grandes ofensivas militares desarrolladas en la franja palestina de Gaza, la operación ‘Plomo fundido’ entre finales de 2008 y principios de 2009 y la actual, denominada ‘Margen protector’, que comenzó el 8 de julio pasado y aún sigue en marcha.

Así, en el periodo que va desde 2008 hasta 2013, último año con datos oficiales de la Secretaría de Estado de Comercio, dependiente del Ministerio de Economía, los dos últimos gobiernos autorizaron la venta de material de defensa a Israel por casi 31 millones de euros, de los cuales ya se han ejecutado 10,5.

Se trata de un volumen de negocio simbólico si se compara con las entregas que realizan las empresas españolas -bajo supervisión de una junta interministerial del Gobierno- a otros países europeos, árabes o sudamericanos. En cambio, los 10,5 millones se concentran en material de defensa específico para una potencia armamentística como es Israel, con un presupuesto militar de 13.500 millones de euros en 2013, 5,18% de su PIB, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

La lista de productos entregados por España, según el volumen económico, la encabeza las bombas, torpedos, cohetes y misiles con casi seis millones de euros de los 10,5 ejecutados, los equipos de formación de imagen o de contramedida (cámaras, infrarrojos o sensores) con unos tres millones, vehículos terrenos armados (un millón) y municiones (medio millón).

Según los años, desde la operación ‘Plomo fundido’ de 2008 hasta la actual, ‘Margen protector’, el curso con mayor cifra de exportación fue 2013, con 4,8 millones. Esto supone que las Fuerzas Armadas israelíes, principales receptores del material de defensa español, incrementaron su rearme de forma exponencial con bombas, torpedos, misiles o vehículos terrenos producidos en nuestro país durante los meses previos a la intervención que lleva a cabo en Gaza.

Este aumento de las exportaciones solo fue comparable al que tuvo lugar en 2008, año de la operación ‘Plomo fundido’, que comenzó el 27 de diciembre y finalizó el 18 de enero de 2009. Aquel curso se ejecutó la entrega a Israel de 2,36 millones en armas, la mayoría en equipamiento electrónico, según los datos de Comercio Exterior.

Suspensión temporal

Con respecto a las licencias autorizadas en el periodo 2008-2013, valoradas en 30,94 millones, cabe destacar que la junta interministerial del Gobierno aprobó permisos de exportación para aeronaves, drones y/o vehículos terrenos armados por más de 18 millones en 2010 y 2011. Se trata del mayor volumen de negocio entre ambos países, aunque dicha compraventa todavía no se ha ejecutado. No obstante, el plazo de entrega es indefinido, ya que se suma la suspensión de las ventas acordada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy por la actual ofensiva de Gaza.

Esta decisión fue tomada el 31 de julio en una reunión de la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, en la que están representados los departamentos de Asuntos Exteriores, Comercio y Defensa, además del Centro Nacional de Inteligencia. La comisión volverá a reunirse en septiembre para analizar la situación de la franja palestina y la suspensión a Israel

Previamente, España ya ‘congeló’ las ventas de armamento a Libia durante la guerra o a Egipto tras el golpe de Estado. También lo hizo en Venezuela, en lo relativo al material antidisturbios, pero en la mayoría de los casos bajo el paraguas de los vecinos europeos. En el caso de Israel no ha sido así.