La ministra de Sanidad, Leire Pajín.

La nueva ley antitabaco cumple un mes de vigencia con los fumadores habituados y resignados y los conatos de resistencia ya suavizados. La asociación de consumidores FACUA han hecho hoy balance y eleva a 1.138 las denuncias formuladas por los usuarios en este tiempo por saltarse la norma en bares, centros de trabajo u hospitales, aunque desde las administraciones sanitarias se subraya el alto cumplimiento.

Según los datos de la organización, Madrid es la región con más protestas formales, 314, debido en parte a que también es la comunidad “que tiene asignado un número muy reducido de inspectores”, según el portavoz, Rubén Sánchez. Las denuncias se refieren a 175 establecimientos de hostelería, treinta y ocho centros de trabajo, treinta y dos comercios, veintitrés estaciones de transporte de viajeros, diecisiete centros sanitarios, doce centros educativos, nueve sedes de administraciones públicas, cinco centros deportivos, dos centros de ocio y un centro de atención social

A Madrid le siguen Andalucía, con 279, y Cataluña, donde se última un nuevo bloque de denuncias que eleva el cómputo total a más de 200. No obstante, Sánchez destaca que “la mayoría de los ciudadanos tiene asumido que no hay que fumar en los bares y restaurantes de este país, por lo que no se fuma”.

La mayoría de las denuncias en todo el país se han formulado a través de la web de la organización, “al ser la vía más fácil”, afirma Sánchez, quien destacó la “movilización sin precedentes” de la ciudadanía para fomentar el cumplimiento de una ley que protege sus intereses sanitarios. Y como las denuncias están “facilitando” el trabajo de la administración, Sánchez ha reclamado a las comunidades que incluyan “como prioridad en sus planes de inspección los establecimientos u organismos denunciados”.

Movilización ciudadana

Las quejas formuladas se centran en la falta de mecanismos de información y control para que se cumpla la Ley antitabaco en empresas y organismos públicos. Eso sí, matizan que en ningún caso van dirigidas a particulares. Así, la campaña que inició la organización a través de su página web ha servido para fomentar un mayor nivel de cumplimiento de la norma y más inspecciones por parte de las autoridades sanitarias.

Precisamente la falta de inspecciones es la queja habitual de los ciudadanos, como puso de relieve una encuesta de FACUA realizada en 2010 que situaba en el 84% el porcentaje de usuarios que creían insuficientes el control por parte de las autoridades para evitar el humo de tabaco en zonas no autorizadas.

Y es que el desafío a la ley se produjo no solo en bares y restaurantes, los más reticentes a priori. El catálogo de lugares, a tenor de las protestas ciudadanas, se amplió a patios de butacas de un cine, los accesos a la sala de estudio de una biblioteca, colegios, estaciones de transporte, instalaciones deportivas o incluso las salas de espera de la UCI.

En este sentido, desde la organización insisten en que no se trata de perseguir a los infractores para que sean sancionados, sino velar por el cumplimiento de la ley y proteger los intereses sanitarios de usuarios y empleados, por lo que confían en que cuando las comunidades realicen las inspecciones las irregularidades hayan dejado de producirse en la mayoría de empresas y organismos denunciados y por tanto no tengan que aplicarse sanciones.

No obstante, está claro que el ritmo de incumplimientos ha bajado. En apenas 48 horas de entrada en vigor de la ley, la FACUA tramitó ante las autoridades sanitarias 614 denuncias formuladas por un millar de ciudadanos. Ahora, en un segundo bloque, se han formalizado las 524 quejas remitidas entre el 4 y el 19 de enero.